El amor de hermanos
Los hermanos son los primeros cómplices que tenemos en nuestras vidas. Aquellos con los que hacemos travesuras, cometemos errores, ayudamos, y regañamos cuando hacen algo mal. No los eliges, pero agraces que estén en tu camino.
Debes aprender todo sobre convivencia cuando estás con ellos y encuentras que hasta las personas más incompatibles pueden encontrar un punto medio. No importa qué tan distinto sea a ti, jamás podrás dejar de amarlo.
Por eso termina siendo tu peor influencia, es aquel que cubre tus tonterías o simplemente te las sigue. Esto solamente provoca que tu vida sea mucho más divertida, y en ocasiones también, mucho más complicada.
1.- Son tus cómplices en todo
No hay mayor cómplice que un hermano. Siempre encontrarás esa mano que te jala a cualquier aventura que quieras emprender. Siempre es muy divertido estar con estas personas que te cubren siempre las espaldas.
2.- Cubren tus tonterías
Cuando llegas tarde, cuando quieres mentirle a tus papás, cuando sucede cualquier cosa ellos pueden ser los que te salven el pellejo. Claro, todo después de una gran negociación, pero terminarán ayudándote.
3.- Te ayudan a planear travesuras
¿Quieres molestar a tus padres?, ¿quieres bromear? Bueno, tus hermanos siempre estarán ahí. Son esas personas que siempre te seguirán la corriente, y todo terminará en una buena carcajada.
4.- Nunca te dejan solo.
Los odies, los ames, estés enojada, o sientas mucha ternura por ellos jamás podrás librarte de su amor. Son tu conexión al pasado, a tus padres, y a cualquier cosa guiño de tu niñez.
5.- No lo cambiarías por nada
Esos compañeros que te puso la vida son imposibles de cambiar. Ya son partes de ti, y no podrás deshacerte de ellos. Pero por esa razón, nosotros los amamos tanto.