El acné es uno de los males de la piel de los que muchos se libran después de la adolescencia y problema con el que tienen que lidiar muchos adultos en la actualidad.
Lo más probable es que, si no estás en la adolescencia, este problema en la piel se deba a otras razones externas como el clima.
¿Hasta el clima influye en el acné ? Sí.
Y es que durante el invierno o los climas fríos, suele elevarse la posibilidad de que sufras brotes en el rostro, así tengas 30 años y hayas pasado por la etapa del desarrollo.
De acuerdo a un estudio realizado en Estados Unidos y publicado en la Revista de la Academia Americana de Dermatología, los casos de acné y psoriasis aumentan hasta un 31% en invierno, comparado con un 25% en otoño, 28% en primavera y 16% en verano.
Aunque parezca muy complicado, para todo hay una explicación.
La investigación detalla que el acné aumenta en climas fríos o en invierno porque con las bajas temperaturas, las glándulas de la piel secretan un aceite para mantenerla húmeda y flexible. Esto puede provocar que se tapen algunos poros de la piel de tu rostro, provocando acné o intensificando el que ya tengas.
Las zonas que más sufren es la frente, la nariz y la barbilla, donde se concentran en mayor parte las glándulas que producen grasa.