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“Un placer conocerme”: Conoce el taller que te enseña todo lo que tienes que saber sobre tu sexualidad

La sicóloga Constanza del Rosario y la kinesióloga Carolina Silva revolucionan la vida sexual de las chilenas con el taller “Un placer conocerme”. ¿Su propuesta? Eliminar miedos que no permiten entregarnos al placer.


fantasías sexuales con otra persona fantasías sexuales con otra persona (kieferpix/Getty Images/iStockphoto)

 

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El estudio de la anatomía del clítoris terminó recién el 2009. Por lo mismo, no sorprende que sepamos tan poco sobre nuestro cuerpo y, por ende, exista un gran porcentaje de mujeres que no disfruta de su propia sexualidad. Esa premisa llevó a la sicóloga y terapeuta sexual Constanza del Rosario (@consdelrosario), y la kinesióloga Carolina Silva, a organizar un taller para mujeres que desean conocerse mejor y disfrutar de la sexualidad libremente. Es una actividad revolucionaria que Constanza experimentó en Estados Unidos y quiso probarla en Chile. 
Nos invitaron al taller “Un placer conocerme”, que se realiza una vez al mes, y aceptamos. Nos sorprendimos con 15 potentes mujeres que decidieron dejar sus pudores, miedos y complejos para dejarse guiar. En una sala yoga, nos sentamos en círculo sobre un mat que contenía un espejo, bolitas chinas, guantes, preservativos y un japi posh rosado. No es un seminario cualquiera.

En los primeros minutos, nos invitan a relatar nuestra experiencia con los orgasmos. La mayoría no los había sentido nunca o no se habían atrevido a explorar esa zona. Dentro de este variopinto grupo aparece cada una de nosotras representada: una revela que sufrió violencia sicológica, otra quedó embarazada en su segunda relación sexual, un transexual desea conocer mejor su nuevo cuerpo, una veinteañera no sabe si ha sentido un orgasmo, y una mujer de 65 años confiesa que nunca tuvo un orgasmo y que ni siquiera se ha atrevido a masturbarse.

Las profesoras se desnudan y quedan en unas batas en tonos pasteles e invitan a las participantes a hacer lo mismo. Quizás como una forma de aceptar el cuerpo. No es obligación, pero la mayoría forma parte de la experiencia. A los pocos minutos, el desnudo no llama la atención y nadie cuestiona las diferentes formas de cada una. Es una reunión femenina con una energía acogedora, compasiva y comprensiva. Para comenzar el autodescubrimiento, Constanza y Carolina describen gráficamente algunas zonas y una de las asistentes se sorprende al descubrir el clítoris: “No sabía que estaba ahí”. Es que muchas mujeres no se conocen por pudor, miedo y vergüenza. Las especialistas nos muestran fotos de decenas de vaginas diferentes, aclarando que todas son normales. Es más, esa vagina “perfecta” que muestran en películas porno –muchas veces fruto de tratamientos estéticos– son las que menos sensibilidad poseen. Durante el taller, se pasa por diferentes etapas, desde lo teórico, mirar la vagina con un espejo hasta palpar ciertas zonas importantes en el disfrute. También derriban algunos mitos, como que no existe el orgasmo clitoriano y vaginal, sino que sólo clitoriano. ¿Lo más importante para disfrutar? Trabajar y fortalecer nuestra musculatura pelviana que, por estar suspendida, tiende a ceder. Por lo mismo, las profesoras enseñan a usar las bolitas chinas e incentivan a ir subiendo su peso en el transcurso del tiempo. Aunque si no las tienes, se puede fortalecer sólo con contracciones. Durante la sesión, se destaca la importancia de empoderarse en la vida pública y privada para disfrutar de verdad. Cambiar esta idea de “mujer digna, bien portada”, a una, simplemente, gozadora. También a tomar el control de nuestras relaciones, ser un poco egoístas, priorizarse. Finalmente, nosotras decidimos cuándo pueden penetrar. 
Si hablamos del deseo, la especialista aclara que la dopamina se eleva cuando nos enfrentamos a lo nuevo, lo novedoso, la inestabilidad. Y, aunque pensemos lo contrario, el conflicto ayuda al sexo. Es más, Constanza explica que las personas que se permiten la rabia son más intensas y, así como no se reprimen la rabia, tampoco reprimen la alegría o el deseo. Por otro lado, insisten en estar presentes, no vivir tragedias en la mente y ser rabiosa, si así lo sientes. No perjudica, ayuda.

sexualidad taller

Casi al final de la larga sesión -que dura todo un día-, con la canción Eye of the tiger de fondo y en círculo, comenzamos a sacar toda la rabia escondida por unos minutos a través golpes al aire. Para luego emocionarnos hasta las lágrimas con el tema In the arms of an angel de Sarah McLachlan. Es que las emociones influyen en nuestras relaciones sexuales y conviene sacarlas y procesarlas para disfrutar de una buena vez.

Después de una catarsis, invitan a utilizar japi posh rosado. Con una luz bastante tenue y una temperatura que ha estado siempre cálida, las participantes se relajan, comienzan a masturbarse aplicando las técnicas enseñadas. Es sólo el comienzo de esta aventura del autoconocimiento y de no sólo revolucionar las calles, sino que nuestra cama.

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