Si eres de las mujeres que aunque cambian los hábitos en su alimentación, incluyen el entrenamiento en sus rutinas diarias y siguen todas las reglas de la vida saludable, no ve cambio representativo en su cuerpo, puede que el estrés te esté pasando factura. La nutricionista Ana Cisneros te explica de qué manera el estrés influye en tu peso.
“Tenemos una hormona, llamada cortisol, que se genera en periodos de estrés, digamos que nos viene a salvar cuando estamos en peligro, y ¿qué produce esta hormona? Que el cuerpo necesite producir glucosa a partir de proteínas de nuestros músculos, produciendo su degradación y como consecuencia decaiga nuestro metabolismo basal, quemamos menos calorías”.
Esta necesidad de aumentar la glucosa, se ve perjudicada a su vez porque las personas con cortisol alto producen menos insulina, y por tanto, no puede ser utilizada la glucosa y se transforme en grasa. Y todo esto no se produce cuando el estrés es puntual, sino cuando se hace crónico.
Cisneros explica que pueden darse muchas situaciones de estrés, pero una muy típica “cuando estamos a dieta es saltarnos comidas, pensando que si como menos y adelgazo más. Y nada de eso, los ayunos producen estrés, y por lo tanto se activa todo este mecanismo”.
“Además no poder utilizar la glucosa de manera normal, se ve relacionado con un aumento del apetito y que nos de por comer de forma más compulsiva y sobre todo hidratos de carbono. Así que la pérdida de peso será peor”.