El orgasmo se ha convertido en un «amigo imaginario» para las mujeres. Desde el principio de los tiempos aprendieron a fingirlo, mientras en pleno acto sexual quizás piensan en los quehaceres del hogar. ¿Triste no?
Existe la anorgasmia, sí, pero en esta oportunidad no tiene que ver. Un estudio hecho por The Journal of Sexual Medicine afirma que los hombres desconocen o no se preocupan por saber si su pareja ha llegado al punto máximo de placer. Y la gran pregunta es… ¿Cómo es posible que el clítoris tenga 8.000 terminaciones nerviosas y las mujeres no llegan al orgasmo?
El gran problema es la comunicación
La investigación precisa en números. Un total de 1.700 personas fueron utilizadas para llegar a la cifra de que el 43% de los esposos percibían erróneamente la frecuencia con que sus esposas alcanzaban el orgasmo.
Y es que existe una enorme diferencia entre lo que ellos pueden llegar a pensar y lo que la realidad presenta en la cama. En un estudio similar, el 42% de los hombres se dieron una puntuación «excelente» entre las sábanas. Sin embargo, ninguno supo señalar cuáles eran los gustos de su pareja. Pero es que ni siquiera sabían si su mujer disfrutaba del sexo oral.
La comunicación es un arma potencial en la intimidad, más si se quiere complacer y dar la talla… como todo hombre desea.
Y hay más
Anteriormente lo mencionamos: el clítoris tiene 8.000 terminaciones nerviosas, por lo que su estimulación es fundamental. Pero no solo es tocarlo, sino cómo. Según las investigaciones, las mujeres prefieren movimientos circulares, repetitivos y con ritmo.
Y no se pueden dejar atrás las palabras y el juego previo. Estas acciones favorecen la excitación y desinhibe a la pareja. Incluso después del sexo y el orgasmo, es factible conversar con sinceridad: ¿Te gustó? ¿Quieres más?