El cáncer de mama es un tumor maligno que afecta a más de 1.3 millones de mujeres al año, según datos de la OMS y que se ha convertido en una de las principales causas de muerte en México.
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Este cáncer se desarrolla a partir del tejido o de los conductos y lóbulos que existen en las mamas, creciendo como un tejido maligno, por lo que se recomienda que a partir de los 25 años deben de realizarse chequeos mensuales para descartar la aparición de este cáncer.
Estos chequeos deben realizarse idealmente cinco días después del ciclo menstrual ya que las mamas ya no se encuentran estimuladas o inflamadas por el tiempo del periodo, es así que constantemente debe de hacerse el ejercicio de palparse en las mamas, las axilas y el cuello para buscar que no haya bolitas o nódulos que puedan aparecer.
A partir de los 40 y hasta los 69 años aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama, siendo la mejor prueba, una mastografía que se realiza anualmente o dependiendo si existen factores de riesgo, que de ser pocos, se podría extender hasta un chequeo cada dos años.
Factores de riesgo
Existen algunos factores que podrían influir o aumentar la probabilidad de padecer cáncer de mama, como menstruar a una edad muy pequeña o antes de los doce años, que exista una menopausia tardía después de los 52 años, el no haber tenido hijos o haberlos tenido después de los 30 años e incluso haber tomado alguna terapia de reemplazo hormonal afín de reducir los síntomas de la menopausia, menciona la ginecóloga de Doctoralia, Anaís Reyes.
Otros factores que también son importantes son la obesidad, el tabaquismo, o bien ser portadoras por herencia de algunos genes, es decir, si en la familia han existido casos de cáncer de mama, principalmente del lado materno.
Estudios y chequeos
Aunque de forma individual se puede realizar un chequeo rápido, nunca se debe descartar la revisión profesional a partir de los veinte años y dependiendo lo que indiquen las primeras mastografías, se puede ser candidato a mastografías más constantes desde los 35 años.
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También es importante la detección o textura en caso de encontrar algún signo en las mamas, por ejemplo, si se detecta una lesión, es importante no tocarla constantemente porque se puede agravar esta lesión o bien si se detecta una bolita o quiste, en caso de sentirla como canica o encapsulada, debemos preocuparnos menos pues hay mayor posibilidad de que no sea un tumor maligno y se pueda extirpar.
Sin embargo, nunca se debe descartar la atención médica y en caso de la detección de alguna de estas bolitas, se debe de acudir inmediatamente al médico y no dejar pasar el tiempo, pues el cáncer de mama no muestra síntomas tan marcados como el dolor.