Inflamación y tensión abdominal, en ocasiones acompañadas de eructos y dolor, suelen aparecen tras las comidas, y se deben a particular sensibilidad en el colon, que reacciona en forma anormal frente a la fermentación natural de los alimentos durante la digestión.
El problema se conoce como colon irritable y puede ser originado por la ingestión de verduras crudas, como col, coliflor, legumbres (frijoles o lentejas), leche o derivados y bebidas gaseosas; además, el hecho de que algunos alimentos son pobres en fibra, disminuye la velocidad del tránsito intestinal al consumirlos.
Inflamación del colon por estrés y otras causas
El colon está cubierto en su interior por una mucosa protectora que puede inflamarse si se viven situaciones de estrés y nerviosismo (colitis nerviosa) con frecuencia, debido a que dichos trastornos producen contracciones en los músculos del intestino grueso, aumentando con ello su sensibilidad ante la presencia de gas y movimientos del sistema digestivo.
Otros factores que causan un vientre inflamado son:
- Consumo de condimentos, grasas e irritantes (alcohol, picantes y tabaco, principalmente).
- Beber poca agua.
- Sedentarismo.
De manera natural, en cada deglución permitimos el paso de aire que llega al estómago (aerofagia); sin embargo, cuando se come en exceso y apresuradamente, sobre todo alimentos ricos en hidratos de carbono de difícil digestión o muy condimentados, el ingreso de aire puede llegar a ser exagerado y provocar distensión abdominal, eructos frecuentes, gases, así como dolores estomacales y sensación leve de ahogo o de tener un cuerpo extraño en la garganta.
El riesgo de sufrir aerofagia aumenta si se ingieren alimentos espumosos, como suflés, merengues y bebidas carbonatadas y con burbujas (refresco, cerveza y champagne, entre otras), al tomar muchos líquidos en las comidas e incluso, al padecer nerviosismo y ansiedad.
Contra el vientre inflamado: cambio de hábitos
Se recomienda llevar alimentación equilibrada y rica en fibra que facilite la digestión, además de practicar ejercicios para tonificar la zona abdominal.
Igualmente, conviene seguir ciertas medidas para evitar el vientre inflamado, como:
- No ingerir alimentos que favorecen la inflamación abdominal, como los mencionados.
- Comer en calma, sentad@ y masticando despacio los alimentos.
- Limitar el consumo de platillos grasosos.
- Comer fibra (al menos 30 g diarios), por ejemplo, cereales, productos a base de harinas integrales, verduras y vegetales crudos (espinaca, lechuga, calabaza, zanahoria, col y brócoli, por ejemplo) y fruta (manzana, piña, naranja, fresa, guayaba, mango, higo y ciruela).
- No abusar de la cantidad de comida (de lo contrario, habrá sensación de distensión abdominal).
- No abusar de condimentos, especias o picantes. Para dar sabor, recurrir a hierbas aromáticas (como albahaca), que tiene efectos benéficos sobre la digestión.
- Evitar beber líquidos durante la comida (diluyen los jugos gástricos encargados de procesar alimentos).
- Evitar bebidas gaseosas, como refrescos, ya que en el estómago se mezclan con alimentos sólidos, dificultando su digestión.
- Moderar el consumo de bebidas alcohólicas.
- Evitar los dulces en exceso (retrasan el vaciamiento gástrico) y no masticar chicle por lapsos prolongados (favorecen la aerofagia).
- Si horas después de la comida persisten las molestias, una infusión de manzanilla, menta o anís resulta benéfica.
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