“Cada día me levanto y agradezco al Universo por todas las cosas bellas que me da” “Hoy me siento afortunada y agradezco ser quien soy”. Estas frases se repiten en imágenes de WhatsApp, en cadenas de mal gusto, en frases de celebridades en Instagram posando con sus mansiones de millones de dólares y su champaña y también en la de tu prima que se toma el selfie insignificante y descolorido por la mañana. Hay positivismo por todos lados: en las redes sociales, en la empresa, donde los lemas de “sé feliz” pululan por doquier. Ni hablar de los libros de autoayuda y las cuentas de Instagram que tienen mensajes para motivar y hacer a los imperfectos humanos integrantes de Felicilandia que solo preparan caramelos y cantan todo el día. Resultado: la gente odia todas esas cosas. Y con fervor.
Esto se ha visto en estudios como el de Pat Barclay y Aleta Pleasant, de la Universidad de Guelph, Canadá, hecho este año: el tipo demasiado “bueno” recibe un castigo porque la gente no le cree. La gente cree que es demasiado bueno para ser real. Y es que el optimismo en exceso no es real. “La razón por la que la gente odia todo esto y está frustrada es porque estos mensajes son demasiado, son de un solo lado y son poco realistas. Y tienen razón. Cuando la gente reacciona a este bombardeo de mensajes positivos, esencialmente se están diciendo a sí mismos que su vida no es tan ideal como estos mensajes proyectan. Y es demasiado incómodo. Tienen razón, porque la vida no se trata todo el tiempo de estar feliz. La vida es compleja. Tiene partes felices y tiene partes muy duras para vivir. Algunos días es maravillosa, y otros días es terrible. Algunas experiencias nos llenan de felicidad, otras son aterradoras. Entonces, cuando la gente ve estos mensajes sobre positivismo, siento que piensan a veces: ‘Esto no es realista. Es una historia linda, es como la película que tiene un final feliz, pero no es la vida real’”, explica a Metro Jamie Gruman, profesor e investigador Senior, PhD. en Management, de la Universidad de Guelph, Canadá.
“La gente tiene ideas muy ingenuas sobre lo positivo y negativo, cuando hace parte de la vida ser y tener las dos cosas”, Jamie Gruman, profesor e investigador Senior, PhD. en Management, de la Universidad de Guelph, Canadá.
Por otro lado, si bien mucha gente quiere motivarse a sí misma –y motivar a los otros–, estos solo piensan que “es demasiado. Por eso lo odian”, añade Gruman. Lo mismo pasa en las corporaciones, donde actividades forzadas de integración, lemas positivos en correos y actividades similares para motivar “la buena actitud” son solo una tapadera de una falta de verdadera cultura de lo positivo. Lo positivo en su sentido más genuino.
“Hay una larga, larga historia de imágenes donde se ve al trabajador feliz y productivo. Pero hay un desafío, que es en el que el trabajador ‘debe’ mantener una actitud positiva pero no hay un ambiente laboral que de verdad brinde eso. Y ahí es que la compañía debe tomar responsabilidad para crear un ambiente apropiado para sus empleados para que haya verdadera actitud positiva. Pero si el ambiente está corrupto, donde hay abusos, donde hay sobrecarga de trabajo y se requiere que la gente siempre esté disponible, eso es desgastante. Y aún así, la compañía dice ‘debes tener actitud positiva’, eso no es justo. Y no es razonable”, afirma Gruman.
Claramente, es mejor ser positivo que negativo, insiste el experto. Pero más que todo, hay que ver que dentro de toda esa ola de motivación ficticia, existe una vida real. Y que somos humanos, no elfos felices, cantores y unidimensionales. “Las ideas que tiene la gente sobre el positivismo y negativismo son ingenuas y es parte de la vida tener las dos cosas”, explica Gruman. Y al fin y al cabo, todo es cuestión de balance: ser feliz hace parte de la vida, así como también estar triste. Y anular cualquiera de los dos elementos hace daño. O por lo menos causa repulsión al ver que esa felicidad no nos refleja a nosotros mismos.
Tips para crear positividad genuina en la vida
El doctor Gruman nos da consejos sensatos y reales para ser positivos.
-“Ser realista. Estar feliz todos los días, todo el tiempo, no es realista. Ser positivo en la cultura es siempre estar feliz, positivo, con arcoíris y caritas felices y así no funciona”
-“Reconoce la realidad de la existencia. Reconoce los matices que te ofrece la vida y a esta tal y como es. Unos días estarás feliz, otros días triste. Es normal y así es la vida. Y ese es el comienzo de lo positivo.”
-“Si te fuerzas todo el tiempo en ser feliz y positivo, habrá presión, y no serás feliz. Tendrás mas depresión e insatisfacción. Eso esta incluso hasta en estudios. Entonces debes reconocer que tu optimismo debe ser realista y que no puedes serlo todo el tiempo. Y esta bien”.
-“Haz cosas que te hagan feliz. Si te gusta ser voluntario, hazlo, si te gusta pintar, ve a pintar el fin de semana, si te gusta estar con tu familia, hazlo. Así promueves tu felicidad. Pero pensarlo te llevara al camino contrario”.