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Experta en nutrición comparte seis hábitos para bajar de peso sin estrés

Según la especialista Claudia Narbona cuando se comienza una dieta lo que hay que hacer es reorganizar el sistema de comidas

Aprender a comer, esa es la clave para mantener una alimentación saludable y equilibrada y es el sueño de todo nutricionista, que hombres y mujeres sean capaces de alimentarse para cuidar su cuerpo, su vida y no solo cambiar hábitos por un período determinado.

Según Claudia Narbona, docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, cuando se comienza una dieta lo que hay que hacer es reorganizar el sistema de comidas, y sobre todo la calidad de lo que se debe comer y cómo hacerlo. El hacer dieta no implica tener que dejar de comer, sino ordenar los horarios de comida como primer paso.

Las dietas que se restringen a consumir sólo un alimento, como piñas o frutas, u otros regímenes estrictos que eliminan una gran cantidad de productos de la dieta, son perjudiciales para la salud y frecuentemente las personas que las realizan sufren el temido “efecto rebote”, es decir, después de seguir las indicaciones suben rápidamente de peso, porque no se cambió el hábito alimenticio.

Es por ello que la nutricionista precisa que “Se debe tener muy claro que todos los alimentos poseen macro y micronutrientes, que son fundamentales en el desarrollo del organismo. Cuando se decide dejar de comer un alimento, esto puede generar que algunas funciones metabólicas no se desarrollen adecuadamente.

Por ejemplo, hacer dieta no es dejar de comer pan, ya que la harina posee vitaminas del complejo B, como la tiamina, fundamental en el metabolismo de grasas, proteínas y ácidos nucleícos (ADN, ARN). Tampoco se debe eliminar completamente el azúcar, ya que ésta es una fuente de energía necesaria para que el organismo funcione adecuadamente durante el día y no andemos con esa sensación de letargo”.

Si te decidiste a cambiar tus hábitos alimenticios y mantener una vida sana, entonces es importante que consideres las recomendaciones que presenta la especialista:

Ordenar los horarios de comida

Las comidas deben estar separadas entre sí con un máximo de tres horas. Por ejemplo, si la persona toma desayuno a las 8:00 am, lo recomendable es que a las 11:00 ingiera otra vez alimento, idealmente una colación liviana como yogurt descremado o una fruta. Estos hábitos hacen que al llegar la hora de la siguiente comida, en este caso el almuerzo, la persona no esté tan ansiosa de comerse todo lo que tiene a su alcance.

Disminuir paulatinamente las porciones

Esto no debe causar ni ansiedad ni angustia, sino que debe ser un proceso paulatino y a conciencia. La idea es ir acostumbrando al estómago a recibir menos comida, lo que ayudará a reducir su tamaño. Parta por revisar lo que consume en cada una de sus comidas y disminuya paulatinamente las raciones.

No mezclar el consumo de agua con alimentos al mismo tiempo

Cuando se consume alimentos debe, en lo posible, no tomar agua con ellos, ya que el agua genera una falsa sensación de saciedad y no permite captar lo que el estómago necesita para saciarse.

Consumir al menos dos litros diarios de agua

En una dieta es fundamental el consumo de líquido, de preferencia agua pura. Lo ideal es tomar como mínimo dos litros diarios, ya que esto sirve para eliminar desechos, rehidratar la piel y facilita todos los procesos metabólicos, entre otros.

Hacer ejercicio físico

Si por horarios la persona no puede ir a un gimnasio regularmente, se recomienda caminar a paso rápido por al menos media hora, tres veces a la semana.

Comer tranquilamente

Los alimentos se deben consumir tranquilamente, tomándose el tiempo necesario, para que el cerebro se dé cuenta de que está comiendo, ya que de otra manera la persona se mantendrá con la sensación de hambre.

Si estás lista para un nuevo estilo de vida, entonces aplicar estar recomendaciones te serán de gran utilidad para lograr el cambio que te mereces.

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