Por Karen Hernández
Muchos podrían pensar que tener amistades en el trabajo es poco profesional, pero en realidad tener lazos cercanos con los compañeros de oficina tiende a ser positivo para la productividad y el buen desemepeño.
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De acuerdo con el psicólogo Ron Friedman, en su libro ‘The Best Place to Work: The Art and Science of Creating an Extraordinary Workplace’, tener amigos en el trabajo puede contribuir poderosamente a su capacidad de concentrarse, hacer frente a las dificultades, mejorar el rendimiento y hasta el salario. Friedman afirma que las amistades contribuyen a un ambiente más relajado y feliz para los empleados así como la sensación de que el trabajo que uno hace es más valioso y satisfactorio.
Aunque para algunos tener amigos en la oficina podría significar una distracción, un estudio realizado por la Universidad de Pennsylvania y la Universidad de Minnesota y publicado en the Journal of Personality and Social Psychology, demostró lo contrario al dividir a los alumnos en pequeños grupos por amigos cercanos o conocidos. Cada grupo llevó a cabo dos proyectos diferentes, uno que involucraba toma de decisiones y pensamiento colaborativo y otro donde los participantes construyeron una estructura siguiendo un diagrama. Los grupos de amigos se desempeñaron mejor en ambos proyectos porque estaban más comprometidos, se comunicaban mejor y eran capaces de darse mutuamente retroalimentación.
En cambio los individuos de los grupos de conocidos tendían a trabajar solos, no se sentían cómodos buscando ayuda ni tampoco ofrecían retroalimentación hacia otros miembros del grupo por lo que no fueron capaces de aprovechar las fortalezas de los demás.
Otros beneficios que traen las buenas relaciones en el trabajo son: un ambiente más creativo y amigable, aumenta la moral y el intercambio de conocimientos, así como una comunicación más abierta que lleva a mejores resultados. Por otro lado, un estudio publicado en The Academy of Management Journal, reveló que la soledad en la oficina lleva a los empleados a tener problemas de enfoque, así como contribuciones individuales débiles y una mala comunicación con el jefe.