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Electroestimulación para bajar de peso con menos esfuerzo ¿Sirve?

Considerado el método de entrenamiento más revolucionario de los últimos tiempos, en nuestro país se han multiplicado los centros donde lo ofrecen. Pese a que promete rápidas bajas de peso, grasa y celulitis sin mayor esfuerzo, hay varios elementos a considerar antes de hacerlo.

Por: Valeska Silva Pohl.

El electrofitness, electroestimulación o electrobody está de moda, y prueba de ello es la proliferación de lugares que han aparecido en el país ofreciéndolo. Se trata de un método personalizado de entrenamiento físico, basado en la Electro-Estimulación Muscular Activa (EEM).

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Lo que se asegura es que sólo 20 minutos de práctica de este sistema equivalen hasta 5 horas de duro entrenamiento tradicional, y sin sufrir las consecuencias de este último; que se pueden observar resultados desde las primeras sesiones; también bajar de peso de manera rápida, y eliminar grasa y celulitis.

El problema es que muchas personas sedentarias han escogido este sistema de entrenamiento para ponerse en forma, desconociendo sus contraindicaciones. «El beneficio que aporta la utilización de este tipo de chalecos no compensa al riesgo», afirmó Nicola A. Maffiuletti, el mayor experto mundial en electroestimulación muscular. Maffiuletti, doctor en fisiología e investigador con más de 15 años dedicado a estudiar la electroestimulación muscular, con más de una veintena de estudios publicados relacionados a esta materia, advirte que «conforme el trabajo aumenta demasiado (algo que es difícil de controlar en cada individuo que utiliza esta tecnología), el riesgo de excesivo daño muscular y de activar órganos cercanos a los músculos activados, como por ejemplo el corazón, es muy alto».

Otro estudio científico del Clinical Journal of Sports Medicine señala que el uso del biotraje provoca mayor daño muscular que el ejercicio convencional, favoreciendo la aparición de patologías como la rabdomiolisis, proceso de destrucción y eliminación de la fibra muscular que puede causar insuficiencia renal aguda. Como sostiene el Clinical Journal of Sports Medicine, la electroestimulación global está contraindicada en principiantes y también como única fuente de actividad física.

EN CHILE
Para conocer la experiencia chilena conversamos con los representantes de 2 centros que actualmente presentan este sistema. María Fally, directora de M.A.N.D.U. Chile, franquicia internacional cuya casa matriz se encuentra en Austria, explica que «el entrenamiento con electroestimulación muscular (Electrical Muscle Stimulation, EMS, en inglés) utiliza impulsos eléctricos a baja frecuencia para estimular y amplificar la contracción de los músculos en todo el cuerpo simultáneamente, dado que se activan los 8 grupos musculares al mismo tiempo». Agrega que «diversos estudios en universidades de Alemania (Bayreuth y Colonia), han demostrado que es realmente eficaz en la rápida formación del músculo, en la liberación de tensiones y en la disminución de los dolores de espalda».

Fally señala que en M.A.N.D.U. trabajan con una red de especialistas (entrenadores, kinesiólogos y nutricionistas) que apoyan en todo momento a quienes someten al entrenamiento semanal. «La práctica es supervisada por un entrenador personal o kinesiólogo certificado y capacitado para trabajar con esa tecnología, quien regula la intensidad de los impulsos eléctricos y desarrolla una serie de ejercicios (sentadillas, abdominales) según el objetivo y acorde al estado físico de cada persona. La intensidad para cada grupo muscular se puede controlar individualmente en el dispositivo. Esto asegura que los impulsos eléctricos llegan directamente a los músculos que se desea trabajar».

Quienes realicen este entrenamiento «deben usar ropa especial, y sobre ésta se coloca una chaqueta, un cinturón y las correas de brazos y piernas que sostienen los electrodos que emiten los impulsos eléctricos a los grupos musculares. El equipo está húmedo, para que la corriente eléctrica pueda pasar a los músculos. Estos se contraen a un ritmo de 85 veces por segundo, activándose hasta las fibras más profundas. Por la intensidad de trabajo se recomienda entrenar un tiempo máximo de 15-20 minutos por sesión», explica.

Consultada sobre las ventajas de este método por sobre uno convencional, la profesional indica que «al trabajar con corrientes de baja frecuencia se genera una contracción muscular basal, aumentando el reclutamiento de fibras musculares en cada ejercicio.

Aumenta el metabolismo basal para suplir esas demandas físicas, lo que implica que aumenta el consumo energético diario del cuerpo. El entrenamiento obliga a sentir y contraer los músculos que se trabajan, y estimula la conciencia corporal. Luego de pocas sesiones la persona siente un fortalecimiento en su cuerpo para levantar pesos libres o para efectuar saltos y sentadillas con mayor facilidad. Dadoque los entrenamientos duran entre 15 y 20 minutos, en menos tiempo realizas mucho más trabajo muscular que en una rutina convencional».

La especialista aclara que es «importante mencionar que se requiere de la voluntad y el compromiso de cada persona para que pueda lograr sus objetivos, respetando sus sesiones de entrenamiento y siguiendo los consejos y la asesoría del Personal Coach. Todo empieza con la mente, y el ejercicio deja ser un sacrificio si ves resultados, siendo constante en cualquier actividad».

María destaca que el sistema sirve para fortalecer los músculos y tonificar el cuerpo. «Se considera una ganancia de fuerza muscular, la grasa corporal se convierte en masa muscular, el metabolismo basal aumenta y sigue trabajando sin actividad. Con la rutina nuestra se mejora el tono muscular y se evita la atrofia en los músculos. Un músculo tonificado tiene menos volumen y moldea el cuerpo. Por eso, el beneficio más importante es la pérdida de volumen gracias a la disminución de tejido adiposo».

Si lo que se pretende es disminuir peso asegura que puede ser de ayuda, pero no se trata de realizar sólo este sistema. «Si buscas perder peso, lo principal es lograr un cambio de hábitos alimenticios a largo plazo, sin duda junto a un entrenamiento físico que combine electroestimulación y cardio».

La supervisión permanente y los tiempos máximos de ejecución son clave. «Lo recomendable es hacerlo 1 a 2 veces máximo por semana, con un descanso obligatorio para la recuperación muscular. La consistencia y frecuencia semanal con un entrenamiento bien desarrollado se ve potenciado si se combina con una actividad al aire libre con amigos, familia y niños (deporte de resistencia a largo plazo, como correr, trotar o andar en bicicleta). Sin embargo, la exigencia del electrofitness varias veces por semana daña la salud (en el peor de los casos un nivel de daño muscular extremo, implicando un riesgo de rabdomiolisis)». Lo mismo que advierte el estudio del Clinical Journal of Sports Medicine.

Generalmente el entrenamiento no es apto para embarazadas y personas con marcapasos. Sin embargo, en Alemania están en proceso de investigación con pacientes con problemas cardiacos en mejorar su estado físico con tratamiento. Las contraindicaciones relativas incluyen personas con ciertas enfermedades como la epilepsia, arritmias cardiacas, hernias abdominales, patologías inflamatorias y perturbaciones neurológicas.

Nicolás Oliva, representante de Electro Body Center, asegura que cuentan con todos los avances tecnológicos «para llevar a cabo tratamientos seguros, eficaces y muy cómodos. El equipo está diseñado para realizar tratamientos de rehabilitación muscular y entrenamiento físico».

Detalla que los entrenamientos son de 25 minutos, 20 de los cuales corresponden a ejercicio intenso y 5 de relajación o anticelulitis. Este sistema activa de forma involuntaria la actividad muscular que puede realizar nuestro cuerpo con cualquier ejercicio de un plan de entrenamiento, por lo tanto la ventaja de trabajar con electro estimulación aplicada con actividad física se define sencillamente como una mayor eficiencia en la obtención de resultados, debido a la activación neuromuscular tanto voluntaria como involuntaria. «Cada clase es totalmente dirigida y supervisada, por lo tanto, requiere de la intervención de profesionales del área de kinesiología y deportiva que manejen la prescripción del ejercicio de manera individualizada, además debe tener total dominio del electro estimulación».

Oliva asegura que el sistema cumple con los siguientes objetivos: «Pérdida de peso y volumen; recuperación muscular; tonificación muscular, antioxidante, combate la celulitis y elimina grasa».

Además coincide en que no debe usarse más de 2 veces por semana. «Este entrenamiento se puede realizar máximo 2 veces a la semana debido a la intensidad. Por eso el primer mes el cuerpo se va desintoxicando, aumenta el rendimiento y la resistencia. Desde el segundo mes en adelante ya se nota marcada tonificación y pérdida de peso, que en todo caso depende del nivel de actividad y alimentación de la persona», afirma Oliva.

Finalmente se refiere a la importancia de combinarlo con otra actividad física. «Las raíces de este sistema como método para lograr cambios corporales están en la rehabilitación del cuerpo humano, es decir, de cierta forma hay activación y producción de resultados con el sólo hecho de colocarnos el equipo. Sin embargo, el cuerpo necesita de actividad física para generar cambios visibles y radicales, y por ello el objetivo principal de este método se basa en la combinación de electro estimulación y actividad física.

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