Las enfermedades cardiovasculares son un conjunto de trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos. Se producen, principalmente, por la acumulación de grasa y colesterol en las paredes de las arterias.
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La cardióloga de Clínica Vespucio, Dra. Carolina Miguel, indica que los hombres mayores de 45 años y las mujeres después de la menopausia, son más propensos a sufrir estas enfermedades. «Además, el consumo de tabaco, mantener un colesterol alto, la diabetes y la obesidad son otras de las causas que las pueden provocar», asegura. Sin embargo, además de estos condicionantes, la cardióloga nos revela otros que son menos conocidos:
-Depresión: varios estudios han demostrado que la depresión clínica y sus síntomas pueden predecir la enfermedad cardiovascular y empeorar el pronóstico. El apoyo social es muy importante ya que ayuda a contrarrestar el efecto adverso de esta enfermedad.
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-Hostilidad y rabia: se trata de un rasgo de la personalidad caracterizado por la sensación continua de desconfianza y enojo, además de la mantención de relaciones agresivas e inadaptadas. Un informe reciente ha confirmado que esto se asocia a un aumento del riesgo de eventos cardiovasculares tanto en la población sana como en los pacientes cardíacos.
-Estrés: este mal obliga al corazón a trabajar más intensamente. Cuando estamos estresados, nuestra presión arterial aumenta y con ello el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
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De acuerdo a la especialista, las enfermedades cardiovasculares más comunes son:
Hipertensión arterial: en la mayoría de los casos, se da por factores externos como la obesidad y el consumo excesivo de sal.
Infarto agudo al miocardio: es el tipo más común de enfermedad cardíaca y se produce cuando se acumulan placas de colesterol en las arterias que irrigan al corazón.
Enfermedad vascular periférica: ocurre cuando las arterias de las piernas y los pies se estrechan debido a la acumulación de colesterol.
Infarto cerebral: es causado por la falta de flujo sanguíneo en el cerebro.
Insuficiencia cardíaca: se presenta cuando el corazón se vuelve rígido o débil y no puede bombear suficiente sangre oxigenada.
Arritmias: son problemas relacionados a la frecuencia cardíaca (pulso) o el ritmo cardíaco. El corazón puede palpitar demasiado rápido, demasiado lento o en forma irregular.
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