“Tú lo tienes todo controlado, siempre sabes cómo mantener la calma”. ¡Ay! Si realmente supieras cómo funciona mi cabeza, es muy probable que no te gustaría estar adentro de ella.
PUBLICIDAD
Hay algunos que pueden expulsar todas sus emociones negativas y quizás con eso están más tranquilos. Pero también hay un gran grupo de personas que nos guardamos todo, y con todo, me refiero a TODO.
No es sano, pero a veces no lo puedes evitar. Es como si fueras una esponja que absorbe cosas que ni siquiera tienen que ver contigo.
Ese monólogo mental es agotador, porque a pesar de que no estés haciendo nada que te estrese, sigues y sigues dándole vueltas a eso que pasó y que te molestó, pero que no lo expresaste.
No es tan malo, a mí me gusta ser reflexiva, verle todas las aristas a lo que pasa. Si aprendes a manejar tu forma de ser, puede ser favorable porque aprendes a leer a las personas y sus reacciones.
Si te sientes sobrepasada, ahí empiezan los problemas. Te duele la cabeza, te da bruxismo y tensas los hombros. Eso es la señal más evidente de que tu monólogo mental ya está apoderándose de ti.
¿Qué hacer? Basándome en mi experiencia como una persona que piensa todo el día, sobre muchas cosas a la vez, lo primero es hacerse cargo. No puedes seguir así, si tu cuerpo te dice que ya no puede aguantar tanto diálogo mental.
No es necesario ir al psicólogo, por lo menos en primera instancia. Primero puedes agotar otros recursos y son mucho más baratos. El ejercicio es una herramienta poderosa para los que piensan demasiado.
PUBLICIDAD
Aunque sea por un momento, tu cuerpo se va a enfocar en tus músculos, en la respiración, es hacerte saber que tu estado físico deja mucho que desear (si eres sedentaria). No importa lo que pase, tu mente sí o sí se va a calmar.
Si puedes tener sexo, hazlo. Hemos dicho esto en muchos post anteriores, pero todavía hay gente que no lo entiende: el sexo es una terapia increíble para el estrés, no hay peros en ese sentido.
Otra opción, es decir lo que piensas. No te va a pasar nada terrible si dices que te molesta algo o que no tienes de salir porque sólo quieres dormir. Deja que los demás lidien con su necesidad de recibir un sí siempre, tú puedes decir que no.