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Los celos y todo lo que hay detrás de esa incómoda sensación

Pueden provenir de la inseguridad de una persona, pero también influyen en la seguridad de los demás.

Así como la rabia, la alegría o la frustración, los celos son inherentes al ser humano. Puede que haya algunas personas más celosas que otras, pero todos, alguna vez en nuestra vida, vamos a experimentarlo en algún nivel.

Sin embargo, no podemos definirnos a nosotros mismos como “personas celosas”, simplemente porque es una sensación puntual, no una característica. Tampoco está bien que usemos los celos como justificación de nuestra impulsividad, sino que es mejor analizar el porqué de eso que sentimos.

¿Qué provoca que haya determinadas personas o situaciones que nos hagan tener celos? Lo primero que tenemos que mencionar, es la inseguridad. Los celos no son una señal de amor, ese es un concepto errado que deberíamos eliminar.

“Me gusta que se sienta celoso, así me valora más”. Sentir celos no es algo agradable y quien lo experimenta, necesariamente hará una asociación negativa de la persona que lo generó.

Es como si alguien que quieres mucho, te toma por sorpresa y  te da un pellizco en el brazo. Te va a molestar, te va a provocar una sensación desagradable pero no quiere decir que vas a perder el cariño por esa persona por eso.

Sin embargo, si esa misma persona se propone pellizcarte una vez todos los días, cada vez te va a molestar más y a la larga, ya no te darán tantas ganas de estar con él o ella porque estás predispuesta a su pellizco y a la sensación desagradable que conlleva.

Los celos pueden provenir de la inseguridad de una persona, pero también pueden influir en la seguridad de los demás. Cuando los celos son patológicos, quiere decir que hay varios asuntos pendientes que resolver.

Los celos como síntoma de una autoestima rota

Si pudiéramos hacer una lista de todo lo que hay detrás de los celos, habría bastante de qué hablar. El portal Psychology Today menciona algunas de las características comunes de las personas celosas, entre ellas, la baja autoestima y la ansiedad.

La autoestima débil acarrea inseguridad; si no te sientes segura contigo misma, menos lo estarás en relación a los demás. Sientes celos de que tu pareja hable con otra mujer porque crees que no eres lo suficientemente buena como para “retener” al otro.

Hay que partir de la base de que nadie tiene el derecho de retener a otro. Si la otra persona se interesa más por otra mujer, es tiempo de analizar la relación y no jugar con los celos y lo que eso provoca.

Así como existe la gente celosa, también hay muchos que necesitan que los demás los celen. Eso también tiene directa relación con la inseguridad, con la idea de que si el otro no te necesita, eres menos de lo que piensas.

Cuando se trata de relaciones amorosas, los celos son una de las causas más comunes de conflicto. Si tú no estás haciendo nada incorrecto y de todas formas tu pareja te cela, considéralo como un problema suyo, no tuyo.

Si los celos son un problema, evita las ironías y sarcasmos. Sé directa, pero no cruel. Habla con tu pareja de forma clara y madura, sin especulaciones o acusaciones sin fundamento.

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