Por estos días en Paraguay se discute fuertemente la legislación sobre el aborto, la que actualmente solo esta permitida en caso de que la vida del feto corra peligro.
La causa de la polémica es el caso de una niña de 10 años que ha quedado embarazada a causa de la violación por parte de su padrastro.
El ministro de Salud, Antonio Barrios, declaró a El Mundo estar “en total desacuerdo” con que se le niegue el aborto, pero afirma que ella consultó por primera vez al médico del Hospital Materno Infantil de Trinidad de Asunción cuando ya tenía 21 semanas de gestación; demasiado tarde para llevar a cabo un procedimiento como éste, pues podría poner en riesgo su salud y la del bebé.
Aún así hay quienes insisten en que se le practique un aborto. Amnistía Internacional (AI) lanzó la campaña pública “NiñaEnPeligro“, para advertir que no se puede obligar a la menor a concebir, argumentando que para la Organización de Naciones Unidas (ONU), este caso se circunscribe en “tortura y otros malos tratos”, como lo establece la Convención contra la Tortura de la entidad multilateral.
Además, AI ha alertado que se trata de un embarazo de “alto riesgo”, ya que la pequeña no tiene aún desarrolladas todas las características de una mujer adulta.
Por el momento la menor permanece en el Hospital de la Cruz Roja de Asunción, mientras su madre permanece en prisión preventiva por haber proporcionado datos falsos de su pareja, quien se dio a la fuga pero luego fue capturado y detenido por las acusaciones de abuso sexual en contra de la niña, según informó el medio local “Última Hora”.
De acuerdo con cifras previsionales aportadas por la Direccion de Niñez y Adolescencia de Paraguay, 684 menores de entre 10 y 14 años dieron a luz en 2014 en Paraguay, mientras que unos 20.000 alumbramientos fueron de madres de entre 15 y 19 años, dijo Maria Ligia Aguilar, .