Las discusiones agotan, y más aún cuando las tenemos con las personas que más queremos. Ese desgaste emocional puede producir algunos problemas, sobre todo para las personas que están casadas.
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Según un estudio publicado en The Journals of Gerontology, las peleas y discusiones estresantes en el matrimonio pueden tener muy malos efectos para la salud, específicamente, presión arterial alta y problemas cardiovasculares.
Este tipo de situaciones hacen que las personas se alteren y se sientan estresadas. Cuando las discusiones son frecuentes, la salud del cuerpo se deteriora y la presión es cada vez mayor.

Kira S. Burdit, investigadora a cargo de este estudio, plantea también que cuando la mujer está estresada, es muy probable que la presión sanguínea de su marido suba.
El sitio Bustle cita las declaraciones que Burdit hace sobre la particularidad de los descubrimientos que se hicieron y de la nueva perspectiva que hay que considerar en las relaciones matrimoniales:
Estamos particularmente fascinados por haber descubierto que los maridos son, por lo general, más sensibles hacia el estrés de sus mujeres que viceversa. Además, se llegó a la conclusión de que las mujeres se ven más afectadas por el vínculo matrimonial.
Según los autores del estudio, los maridos son más dependientes del apoyo de sus esposas, pero cuando ellas están estresadas, es probable que el esposo no sienta que se le está apoyando como lo necesita.
Los matrimonios estresantes entonces, afectan de distinta manera a los hombres y las mujeres. En este sentido, se puede afirmar que el estado de ánimo de la mujer sería un poco más determinante en la relación que el del hombre, aunque es sólo una teoría de los investigadores de este estudio.