Si pensamos en un beso de forma objetiva y literal, puede resultar un poco extraño. Dos bocas que se unen, lenguas que se juntan y mucha saliva de por medio. Claro que si lo ponemos de esta forma no suena tan agradable, pero lo es, y mucho.
El beso tiene esa magia, y por alguna extraña razón, pareciera que estamos hechos para besar. No hay reglas para dar un buen beso, aunque mucha gente sabe las cosas que le desagradan, y la química manda en este sentido.
Los ritmos se coordinan, y aunque quizás el primer beso c0n alguien sea un poco torpe, eso no quiere decir que tú o tu pareja sean malos besadores, sólo necesitan confianza para hacerlo resultar.
Lo que sí es cierto también, es que hay personas con las que nunca vamos a poder darnos un buen beso, y retomamos el tema de la química. Si te gusta alguien y esa persona te corresponde, es probable que los besos sean buenos.
Cuando besamos a alguien, y nos gusta, ocurren varias cosas en nuestro cuerpo. Lo primero, es que si besamos con frecuencia, lo más probable es que tengamos un buen sistema inmune.
¿Qué tienen que ver los besos en esto? Muchísimo. Cuando besamos a alguien, intercambiamos saliva y gérmenes, y aunque suene un poco desagradable, es muy beneficioso para las defensas del cuerpo.
Otro dato curioso, y que según un artículo publicado hace unos días en el sitio Fox News tendría gran influencia en cómo catalogamos un beso, es la ovulación. Mientras más cerca estemos de ovular, más ganas tendremos de besar.
Esto tiene que ver con algo totalmente primitivo y natural: cuando la mujer ovula, tiene más posibilidades de quedar embarazada y con el beso, podemos acceder a nuestro compañero a través del olfato o el gusto.
Cuando besamos a alguien, también ocurren cosas a nivel hormonal; aumenta la líbido ya que el hombre transmite testosterona a través de su saliva, y ahí la explicación de por qué ellos prefieren los besos con mucha lengua.
Los besos tienen el poder de hacernos sentir bien y la razón es porque al hacerlo, nuestro cerebro libera hormonas como la endorfina, que hacen que nos sintamos felices, relajadas y conectadas con nuestra pareja.