Por Jessica Celis Aburto
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La gran postal que Paulo Brunetti tiene de su papá es haciendo asados. También acompañándolo en las graderías cada vez que tenía un encuentro de handball, fútbol, natación o karate. «Mi papá es seco para los asados. De las cosas más importantes que han tenido que tener las casas donde hemos vivido es el quincho. También tengo imágenes de ir a ver con él fútbol, y acompañándome desde la tribuna cada vez que participaba en alguna actividad deportiva, porque yo era muy deportista. Siempre fue muy partner», recuerda.
Luis Ángel Brunetti, su padre, ha dedicado toda su vida a ser asesor impositivo, alguien que hace todo lo que hace un contador pero no firma, porque no lo es. Y siempre lo ha hecho en la Patagonia argentina, donde ancló su familia. Y aunque ya está jubilado sigue trabajando desde su oficina, en la casa.
¿Cómo es la relación actualmente?
Siempre está pendiente de sus hijos, a pesar de la distancia. Aunque ahora tiene 6 nietos, y eso nos ha quitado protagonismo (risas).
¿Y cómo han manejado la distancia?
Ellos viajan una o dos veces al año acá. Si no puedo ir, ellos vienen. El teléfono nos ayuda también.
Además de su gusto por los asados y el fútbol, ¿qué otras cosas te ha legado?
La siesta. Él es de dormir una hora y media o dos todos los días. Yo lo hago cuando puedo, pero no duermo tanto, con media hora o 40 minutos estoy bien. ¡Lo de mi papá es el colmo! (risas). Ahí hay otra imagen: mi casa después de almuerzo sin que vuele una mosca…
Y en cuanto a personalidad, ¿qué cosas tienes de él?
Lo estructurado. Él cuando planifica un viaje o salida tiene un tema con lo que se va a poner, y yo salí a él. Estoy mucho tiempo pensando en qué me pondré y viendo en no repetir un vestuario. Eso lo saqué de él.
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Cuando Paulo decidió ser actor, sabía que estaba tirando una bomba en su casa, y enfrentar a su papá era una de las consecuencias que le complicaba. «Sabía que me estaba metiendo en un terreno complejo. Cuando le conté me llevó al mejor lugar de Argentina para estudiar, y me dijo que si no entraba, era porque no servía. Y quedé».
¿Muy estricto?
Sí, pero como todo padre. Lo que le agradezco es que siempre haya aprobado y me haya apoyado en mi faceta deportiva. Llegué a practicar handball, fútbol, natación y karate a la vez, y en una época en que mi rendimiento bajó en la escuela, me dijo que dejara un deporte, pero él decidió cuál. Y tuvo razón en lo que me aconsejó. Para él siempre fue muy importante rendir bien en la escuela manteniendo nuestra pasión por el deporte. Todos los hermanos fuimos muy deportistas.
¿Cómo ves su figura, a tus 40 años?
Ahora lo entiendo. Me pongo en su lugar. Entiendo todo lo que me decía desde niño. Los padres son los sabios. Uno de chico es rebelde y no los escucha. Ayer me acordé de mi papá manejando en vacaciones desde Río Gallegos hasta Brasil, con sus 6 hijos. Fuimos 5 veces. La primera vez él tenía 33 años, y para mí era viejo. Ahora lo pienso, ¡era muy chico con todo un familión!
Puras cosas buenas con él.
Sí, tengo una muy buena relación con él y mi mamá. No soy demostrativo, de abrazarlos, me da como «cosa» (risas). Mis hermanos sí lo son. Y es raro, porque siendo actor debería ser más expresivo.
¿Qué cosas hacen cuando se ven?
Me gusta compartir un buen vino, salir a caminar, y aprovecho de retarlo porque fuma mucho. Discutimos bastante por ese tema, lo reto porque me preocupa y quiero cuidarlo. Uno empieza a tomar el rol paterno. El año pasado vino a mi celebración de 40 años, hice una linda fiesta con mis amigos, preparé un video y él no paraba de llorar. Vio la relación con mis amigos y me dijo «estoy muy orgulloso de vos». Eso me hizo sentir pleno. Uno no lo hace para eso, pero de alguna manera sí. Tomo mis decisiones, pero hay algunas que siempre las consulto a él, como por ejemplo cuando compré mi departamento.
¿Y qué te gustaría decirle que no le hayas dicho?
Te quiero.
¿No se lo dices?
Muy poco, aunque lo sabe. Lo que sí, cuando cumplí 40 le dije lo que tenía que decir cuando me abrazó y me dijo que estaba muy orgulloso de mí. Esa es una charla que creo que todos deben tener con su padre: esa donde te sinceras y repasas el camino juntos.
Entonces no hay nada pendiente con él…
Nada. Sólo el cariñito más expresivo, pero él me conoce (risas).
LA PATERNIDAD
¿Y cómo te enfrentas al tema de la paternidad?
No está entre mis planes.
¿Nunca has querido ser papá?
Uno lo imagina a veces. Puede sonar egoísta, pero estoy bien así.
¿Egoísta?
Sí, me han llamado egoísta. Una vez dije en una reunión en la que me preguntaron cuándo iba a tener hijos, que no quería, y me llamaron egoísta. Ahora, cuando me preguntan subrayo que para algunos puede ser egoísta, pero a mí no me va ni me viene. Tengo otros planes en la vida, como viajar, que es algo que me encanta.
Quizás lo más parecido a la paternidad es ser tío, y tú tienes varios sobrinos. ¿Cómo vives ese rol?
Mis sobrinos son como mis hijos. Tengo 6. La mayor tiene 16 y soy su padrino.
¿Cómo es tu relación con ella?
Muy buena. Por suerte ella vive en Buenos Aires, así que como voy más seguido para allá que para mi casa en el sur de Argentina, la veo. Ella tiene una imagen paterna conmigo. Mi hermano está separado de su mujer y vive en el sur. Y si por ejemplo él no está, yo soy el que la reta si hay que hacerlo. Tenemos una muy buena relación.
¿Cómo vives la lejanía de todos ellos, que en su mayoría viven en el sur de Argentina?
Los domingos es complicado, sobre todo cuando te mandan una foto donde están todos. Pero estoy muy contento acá. Si no lo estuviera sería más difícil. Además estoy en una profesión en la que vivir algo así me ayuda. Soy muy sensible, y esta situación me sensibiliza más aún. Uno está movilizado, y eso te ayuda a enfrentar los personajes. Pero sí, obvio que se extraña a la familia.
MI PAPÁ Y YO
¿Qué es lo que más te gusta de tu papá?
Lo italiano que tiene: la familia es muy importante para él. También es muy generoso sin esperar nada a cambio. En tiempos en que a mí no me fue bien como actor, por ejemplo, siempre estuvo ahí. Él siempre está. Siempre cito la frase «qué hombre sería si no hubiera sido el niño que fui». Tuve una infancia extraordinaria, que se la debo a mi papá y a mi mamá.
¿Y lo que menos te gusta?
Que no se cuide del cigarrillo y sea caprichoso con eso. Está muy sano, pero su padre se murió fumando.
3 destinos para viajar con tu papá…
* Italia, que ya lo vamos cumplir. Quiere conocer el Lago di Como, porque los Brunetti somos de ahí.
* Puerto Madryn (donde vive mi familia), y el paseo a ver las ballenas a la playa. Ahí vamos con nuestro mate y nos sentamos a conversar horas. A él le gusta mucho la playa, vive a dos cuadras del mar y detesta Buenos Aires.
* Camboriú, Brasil, para repetir nuestro viaje de niños, pero ahora con los nietos.
3 cosas que recomiendas hacer padre e hijo.
* Escuchar al padre. Aunque de chico no queramos, hay que hacerlo.
* Viajar juntos.
* Compartir actividades en común.