Hablando sobre formas creativas para promover la educación sexual, y ante la incidencia de embarazos juveniles en Mérida en chicas de entre 14 y 16 años, una dependencia municipal promovió un programa de cuidados de bebés electrónicos y embarazos virtuales en estudiantes de la capital, a fin de disuadirlos de ser padres en edad temprana.
La experiencia de cuidar un bebé durante día y medio resultó “insoportable”, según la versión de algunos estudiantes que participaron en este programa a cargo del Instituto Municipal de la Juventud. Los bebés electrónicos fueron repartidos a un grupo de estudiantes de la escuela secundaria general “Edmundo Villalva Rodríguez” y hoy por la tarde se hizo una evaluación y se impartieron pláticas y talleres.
Como inicio, desde el miércoles se formaron parejas y a cada una se les entregó uno de los doce bebés electrónicos que llevó el Instituto para su cuidado durante día y medio. Estos muñecos están programados para comportarse como un infante real, ya que cada determinado tiempo lloran o demandan alimentos, sin importar si es de día o de noche.
La prueba agotó a los muchachos y muchos regresaron a clases disuadidos del efecto que significa atender a un infante en esta etapa de su vida.
La evaluación arrojó que algunas jovencitas se manifestaran extenuadas, luego de que probaran los “embarazos virtuales” mediante los cuales se pone un arnés delantero que simula el peso y volumen de un bebé en el vientre materno.
—Esta promoción es para que los jóvenes vivan y experimenten el ser padres por algunos días y conozcan la responsabilidad que esto implica, sin que haya un embarazo real –se informó a los estudiantes durante el taller impartido.
Antonio González Blanco, director del Instituto manifestó que se busca que los jóvenes tengan plena responsabilidad sobre la actividad sexual y conozcan cuál es la naturaleza de ser padres a temprana edad.
Jóvenes, padres de familia y maestros, han dicho que les encanta este programa porque participan con ellos (los estudiantes) en esta actividad ya que conviven con los muchachos y después platican acerca de lo difícil que fue cuidar a los bebés.
Ojalá estos esfuerzos no se queden en sólo hablar sobre los embarazos en una edad temprana, sino que también se hablen de otras consecuencias del sexo sin protección como las infecciones y enfermedades de transmisión sexual. Después de esta experiencia, es probable que los jóvenes se informen un poco más sobre medidas de protección. ¿Qué tal este tipo de medidas de educación sexual? Una experiencia siempre tiene más refuerzo que una plática o una lectura (por más escalofriantes que sean las fotos que se muestren en estos formatos más antiguos).