Parejas con mentalidad negativa

La pareja que tenía agendada para el lunes en la mañana llega 10 minutos antes de lo presupuestado. Como siempre espero que sea la hora y los hago pasar; me saludan cabizbajos y se sientan a kilómetros de distancia en el sofá de la consulta. Ante la evidente tensión les pregunto qué ha ocurrido. Se miran como preguntándose quien parte y lo hace ella: me dice que llevan desde el jueves sin hablarse (están en lo que yo llamo “guerra fría”) y me explica que es lo que ocurrió desde su visión de los “hechos”. Me dice que ese día llegó a la casa muy contenta porque le habían aprobado un proyecto importante en el trabajo, que todo el mundo la había felicitado y que estaba impaciente por llegar a contárselo a Carlos, su marido. Mientras comenzaba a hacerlo, lo notó distante y poco demostrativo, ante esto se fue a la terraza, puso música, abrió una champaña y prendió un cigarro pensando: “en verdad no le importo y no está ni ahí con mi trabajo ni con mis cosas. Sólo está preocupado de sus cosas y son las únicas que le parecen realmente importantes”, él se quedó echado en el sillón de la salita, bajoneado viendo las noticias, ya que ese mismo día le habían dicho que la biopsia que le hicieron a su madre hace unos días, confirmaba que tenia cáncer y pensando en que: “yo y mi familia le importamos una raja, sobre todo mi mamá que nunca le ha caído bien, no fue capaz ni siquiera de preguntarme y lo único que le importa es su maldito proyecto”

Esta interacción es bastante frecuente en parejas con problemas. Al frustrarse las expectativas, se llegan a conclusiones negativas del otro y de la relación de pareja en su totalidad. Cuando se confía en esas “adivinaciones del pensamiento”, la desilusión lleva a hipotetizar causas condenatorias del enojo: “ella hace eso para vengarse porque sabe que me molesta”, “el reacciona así porque está lleno de odio” etc.

Como consecuencia de esas explicaciones puede que se ataquen o se alejen y que cada uno lo sienta como injusto y que responda atacando o alejándose, comenzando el circulo de ataque y revancha.

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Para evitar esas ideas disfuncionales es importante entender cómo funciona la mente y como lo hace muchas veces de manera “defectuosa” cuando nos desilusionamos y estamos frustrados.

Te puede servir contrarrestar la tendencia a formarte juicios injustificados y proyectar imágenes distorsionadas del otro; desde la humildad y teniendo en cuenta la inexactitud de la lectura de los pensamientos y las conclusiones negativas resultantes. ¡!LOS PENSAMIENTOS NO SON LOS HECHOS!¡