Uno de los grandes temas que tienen las mujeres a la hora de ir al ginecólogo es precisamente escoger al médico tratante definitivo o “de cabecera”, muchas mujeres se dedican al “zapping” de ginecólogos, lo cual puede estar bien si se trata de controles anuales sin ninguna patología (pap, mamografías, etc) pero en el caso de una enfermedad o condición, es necesario que tengas un(a) médico tratante que te dé confianza, tranquilidad y sobre todo, te haga sentir cómoda durante la consulta y el examen.
Un factor clave a la hora de elegir un médico en general, es la percepción del paciente respecto a la atención y tiempo otorgado por el profesional para su caso en particular. Lo mismo se repite en el caso de la consulta ginecológica, donde la intimidad y pudor tienen un rol importante al momento de confiar los problemas al médico.
Durante la última década se ha producido una verdadera explosión de centros médicos y clínicas que buscan concentrar todas o la mayoría de las prestaciones de salud en un sólo lugar, con el consiguiente beneficio para los pacientes, quienes pueden ir a la consulta del médico, control dental, hacerse los exámenes de laboratorio e imágenes, realizar sesiones de kinesioterapia, todo el mismo día y donde se aceptan numerosos medios de pago, entre ellos tarjetas de crédito y casas comerciales. Desgraciadamente esto implica un modelo de comercialización de la medicina donde se les impone a los profesionales un tiempo de atención fijo, que fluctúa entre los 15 a 20 minutos, para atender un mayor volumen de pacientes (o clientes) y, por lo tanto, la mayoría de las veces no se dedica el tiempo idealmente necesario para atender adecuadamente a los problemas de las personas. Lo positivo de esta modalidad es que el costo de la atención es bajo, y variará dependiendo del determinado plan de Isapre.
El extremo opuesto es la atención del profesional dentro de su consulta privada, donde no hay imposición de tiempos y es posible dedicar el tiempo que se estima necesario para cada paciente y una atención más personalizada, con el contraste de que el costo de ésta suele ser mayor, y muchas veces con pago en efectivo contra reembolso con boleta en Isapre. Esta modalidad de atención de salud ha ido disminuyendo y es más difícil de encontrar dada la abundancia de centros médicos, pero es posible de ubicar a través de internet o por comentarios entre amistades o conocidos.
A la hora de escoger a tu ginecólogo, es importante tener en consideración estos factores, ya que definirán si consultarás a uno diferente cada vez, o confiarás el control de tu embarazo y atención del parto o tu(s) problema(s) e intimidad siempre al mismo profesional quien puede convertirse en tu médico de cabecera a futuro.