Cuando no comemos adecuadamente, es más probable que durante el transcurso del día estemos buscando saciar nuestro apetito picando alimentos que, como no nos sentamos a comer propiamente, nuestro cerebro no contabiliza como comida.
Tener una rutina establecida no es tan difícil y puede ayudarte mucho a controlar qué es lo que comes, para poder lograr cualquiera de tus metas: ya sea comer más saludablemente, bajar de peso o reducir algún tipo de alimentos por decisión propia.
Si quieres poner tu día en orden, sigue estos consejos:
- Desayuna rica y balanceadamente: la primera comida del día es la más importante, y por lo tanto debe incluir alimentos de por lo menos cuatro de los grupos básicos, que son lácteos, cereales, frutas, azúcares y grasas. Deja atrás la idea de que un té o un café son suficientes
- Programa tus horas de comida: es importante que trates de armarte un horario que vaya de acuerdo con tus actividades para que siempre consideres darte el tiempo necesario para sentarte a comer
- No olvides las colaciones: lo recomendado es hacer tres comidas al día y dos colaciones que pueden ser de fruta o cualquier otra cosa que te guste, todo con el fin de mantener activo a tu metabolismo
- Selecciona tus snacks y llévalos contigo: frutas, barritas de cereal, galletas o golosinas. Lo importante es que no dejes que pasen más de 4 horas entre comidas
- Mide tus porciones: piensa con anticipación cuánto quieres comer y, por ejemplo, si vas a llevarte galletas al trabajo no te lleves el paquete entero, sino solo la porción que quieres comer
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