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Desde el principio de este gobierno se ha hablado del desarrollo del plan “Elige vivir sano” al que le dieron varios minutos en la última cuenta del 21 de mayo. Sin embargo, podemos ver como los estudiantes chilenos tienen facilidades para canjear combos de comida chatarra con su “Tarjeta Joven”.
Las críticas han comenzado a esparcirse pero según lo que informó el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) de los convenios solo el 4% fueron realizados con cadenas de comida rápida. La Tercera publicó la declaración de Ignacio Naudón, director nacional del organismo que asegura que “de este porcentaje, el 84%, incluidos los convenios con Mc Donald’s, Kentucky Fried Chicken, Doggis y Dominó, que son los que se han nombrado, se firmaron en el gobierno anterior”.
“El del Dominó es del 10 de marzo de 2010. Fue el último acto que hicieron (antes del cambio de gobierno); el de Doggis, fue el 6 de noviembre de 2009; el de Kentucky, el 6 de noviembre de 2009. Y el de McDonald’s se firmó el 17 noviembre de 2009”, agregó.
El asunto es complejo porque en realidad si los contratos se firmaron hace dos años me parece interesante que no se puedan revocar o que no se informe antes a la opinión pública que se está haciendo algo para que esto cambie, sino que esperan que aparezcan Guido Girardi, Mariano Ruiz-Esquide y Jaime Quintana reclamando por un asunto del que con toda seguridad estaban informados hace tiempo.
No sé, me pasa que creo que son todos unos chantas y al final todos se arreglan para callado. Y los únicos perjudicados son los jóvenes, porque yo a esa edad obvio que voy a preferir comer pura chatarra en vez de comida sana y aburrida. Aunque sea un porcentaje menor el de los convenios con la comida rápida claramente el atractivo es mucho mayor y será la mayoría de las preferencias. La idea es desincentivar ese consumo. ¿O no?