Han pasado 30 años desde que el virus VIH , causante del SIDA, se instaló en el inconsciente colectivo como un azote que la ciencia no podìa derrotar. Para algunos, un castigo al libertinaje que anunciaba el fin de los tiempos. Para otros, el oscuro resultado de las investigaciones en armas biológicas de las potencias mundiales. Pero para los que realmente contrajeron la enfermedad, los que realmente importan en este tema, significó un cambio radical en sus vidas, en sus círculos familiares, sociales y laborales. Un cambio que no esperaban y no merecían.
Hoy les contamos que, por primera vez, un hombre ha sido declarado oficialmente curado del virus HIV.
Como han de saber, no se muere de SIDA, pero el SIDA provocó la muerte de cientos de miles de personas en los años que siguieron. Al destruir el sistema inmune del paciente éste queda expuesto a morir por la acción de microorganismos que un cuerpo sano rechaza de forma natural como la tuberculosis y la toxoplasmosis. Con el tiempo, se desarrollaron tratamientos que atacan al virus desde distintos frentes en lo que se llama TARGA ( Terapia AntirRetroviral de Gran Actividad). Pero es un tratamiento caro y hay una enorme población mundial infectada con la enfermedad que no tiene acceso a esas terapias: casi 25 millones de seres humanos en el continente africano. Por supuesto, no todos ellos tienen SIDA. Son portadores asintomáticos de VIH que lo propagan a veces sin saberlo.
De entre los que pueden recibir oportunamente el tratamiento combinado, muchos logran vivir vidas normales, manteniendo las precauciones para no contagiar a otras personas y cumpliendo con el tratamiento regularmente. En algunos casos, la carga viral disminuye tanto que un test normal a esas personas daría negativo. Pero si esas personas abandonasen el tratamiento, el VIH volvería a propagarse. En otras palabras, pueden vivir vidas normales pero oficialmente siguen teniendo la enfermedad.
Distinto es el caso de Timothy Ray Brown, que casi por fruto del azar y luchando en realidad contra una leucemia, terminó siendo el primer ser humano en curarse del VIH.
Tim, es un estadounidense residente en Berlín y portador del sida hace años. Siguiendo una terapia antirretroviral, su sistema inmune estaba funcional casi a niveles normales. Sin embargo, tuvo la mala suerte de enfrentar una leucemia muy agresiva durante el 2007. Esto le añadió a su ya compleja existencia el traumático paso por una quimioterapia, la cual como sabrán destruye buena parte del sistema inmune de las personas y el de Tim no era precisamente el más fuerte. En combinación a ello fue irradiado con radioterapia y pese a que apenas sobrevivió a ese tratamiento, el cáncer pareció remitir.
Un año después la pesadilla se presentó de nuevo. Esta vez los médicos, que supongo dedujeron que Tim no sobreviviría a más quimioterapias, decidieron intentar un enfoque distinto: transplante de células madres, a través de un donante de médula espinal.
Quiso el destino que este donante sufriera una inusual pero inofensiva mutación llamada CCR5 delta 32 homozigotica. Como suponemos que esto no explica gran cosa vale la pena comentarles que el virus VIH se propaga uniéndose o acoplándose a las células CD4, los linfocitos T, las cuales resultan posteriormente destruídas. Pues bien, para acoplarse a ellas necesita el receptor CCR5 y las personas con esta mutación no lo tienen. El virus, al menos esa cepa del virus, no tiene a qué agarrarse para replicarse.
Con su sistema inmune destruído por las quimios, Tim además debió suspender la terapia antirretroviral y empezar a tomar inmunosupresores para prevenir el rechazo de las células madres que estaba recibiendo. Esto, que expone a un receptor común a una serie de problemas, para un enfermo de SIDA es casi un suicidio. Pero Tim -a esta altura apodado “El Paciente Berlinés”- se atrevió y siguió adelante. 13 dìas después recibió un segundo transplante debido a que la leucemia no remitía. En los meses que siguieron, debió seguir absteniéndose de tomar los antirretrovirales y seguir tomando inmunosupresores.
Cuando tropiezas, la vida suele echarte una mano para ponerte de pie, pero en el caso de Tim más bien le propinó una pateadura en el suelo. Diecisiete meses después de recibir el transplante, se vió aquejado de un serio trastorno neurológico que le provocó ceguera temporal, pérdidas de memoria y dificultades para hablar y coordinar sus movimientos. Los doctores hicieron una punción lumbar para examinar el fluído espinal y hacer un diagnóstico. Para su sorpresa, descubrieron que en ese fluído no había rastros de VIH. Los doctores documentaron el inusual resultado en el New England Journal of Medicine.
Exámenes posteriores desde entonces hasta hoy han determinado que las células CD4 de Tim han alcanzado niveles normales. Que su carga viral es inexistente tanto a nivel de ARN como de ADN, y que no hay rastro de anticuerpos como los que mide el test ELISA. Al parecer, las células madres replicaron la mutación CCR5 delta 32 homozigotica y el virus VIH se quedó sin hábitat. Tim ha sido declarado, por tanto, la primera persona en la historia en sanarse del VIH.
Someterse a quimioterapia, radioterapia, inmunosupresores y transplante de médula es un camino bastante largo como para pensar que todos los enfermos de SIDA debieran seguirlo. En la práctica, es un tratamiento tan agresivo que una buena parte moriría en el intertanto. Pero lo importante es haber descubierto que la solución para el VIH no es disminuir el virus, sino modificar las células del paciente para que el virus no tenga cómo sobrevivir.
La investigación sobre el cultivo de células madres, o la terapia de genes para inducir mutaciones en los pacientes están en pañales y no es como que mañana vayan a repartir una pastilla que cure a los 35 millones de portadores que hay en el planeta. Pero hoy el virus parece menos feroz, y la esperanza un poco más cercana. Quizá nos aproximamos al día en que podamos dejar atrás esta pesadilla y toda la estigmatización que la rodea, que a veces es peor que la misma enfermedad.
Link: Stem cell transplant has cured HIV infection in ‘Berlin patient’, say doctors (Aidsmap)