Wellness

Amor en la oficina

(JEAN-MICHEL CORNET/www.jupiterimages.com)

PUBLICIDAD

amoroficina.jpg (JEAN-MICHEL CORNET/www.jupiterimages.com)

Según una encuesta de Trabajando.com un 40% de los chilenos ha tenido un romance en la oficina. Personalmente encuentro que no hay nada peor que darte cuenta de que te atrae un compañero de trabajo o, aún más terrible, uno de tus jefes. ¡Y es que desordena toda tu rutina!

Te levantas en la mañana y te demoras el doble en vestirte porque si te encuentras con él no sólo tienes que andar bien, sino que ¡estupenda! Además estás todo el día preocupada de sentarte derechita; de que no se te corra un centímetro la pollera o la chaqueta; de estar peinada ondera y no con el tomate mata pasiones de trabajo; de sacarte los anteojos cuando te paras del escritorio; de comer como toda una señorita a la hora de almuerzo y, por supuesto, de verte muy concentrada y motivada con tu trabajo (para que no se note que en realidad estás fantaseando con la luna de miel en Cartagena de Indias).

Obviamente todas esas sutilezas se van a la basura cuando se te acerca a conversar sobre alguna reunión, proyecto o lo que hicieron el fin de semana. Las glándulas sudoríparas comienzan a actuar a 180 km/h, te acuerdas del sueño de la noche anterior, te pones colorada, tartamuda, sonríes como idiota y más encima tratas de decir algo que resulte mínimamente articulado. Resultado: un desastre.

Menos mal esas reacciones involuntarias van en descenso con el paso de los días. Cuando ya asumiste que te gusta todo vuelve a la normalidad, porque al fin y al cabo es un compañero de trabajo y no hay mucho qué hacer. O esperas una celebración y generas un encuentro casual o definitivamente lo conquistas y te casas con él, según yo no hay otra opción.

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último