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Vanesa Borghi: “Quiero que me conozcan tal cual soy, no como un estereotipo”

La modelo de “MCC”, de Mega, nos contó cómo tras saber que estaba intoxicada con plomo comenzó a realizarse terapias ortomoleculares y de ozonoterapia para recuperar su salud. Esos tratamientos, más un cambio en sus hábitos alimenticios hace tres años, transformaron su vida.

 

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Por Jessica Celis Aburto.

Aunque estudió Arte Dramático 4 años, Vanesa Borghi (30) –con una «s», como ella advierte al comenzar esta entrevista– desde niña quiso ser modelo. A los 17 años se vino a Chile a trabajar, primero por 3 meses, pero su estadía se alargó y se enamoró del país. Su primer trabajo fue en «Noche de Juegos», y aunque en este tiempo le salieron trabajos en China y España, siempre había algo que la traía de vuelta al país. Y aunque hace rato tomó la decisión de vivir aquí, hace más de un año tiene una razón aún más poderosa para hacerlo: se casó «dos veces» con Danilo Sturiza, ingeniero civil chileno y padre de dos hijos. La primera fue el 25 de mayo de 2012 en el Registro Civil de la Municipalidad de Vitacura en Santiago, y la segunda, un año después, en la ciudad de Las Vegas (Estados Unidos), con Elvis Presley como ministro de fe.

Te casaste con un chileno; dices que estás enamorada del país, pero acá hay varios que aseguran que al otro lado se pasa mejor. ¡Eres más chilena que cualquiera! ¿Qué te gusta tanto?

(Risas) Muchas veces uno se queja de lleno. Tanto en Chile como en Argentina se puede estar mejor o peor. Me gusta todo de Chile. Desde el clima y sus paisajes, tienen la montaña y la naturaleza muy cerca, es una ciudad preciosa. Lo único que podría decirte que no me gusta es que hay mucho esmog, pero eso al menos pasa sólo en invierno. También hay mucha más cultura que antes, más obras de teatro.

Siempre quisiste ser modelo, y de alguna manera has ido haciendo también un camino como comunicadora. ¿Es una meta?

Creo que lo he buscado siempre. Anteriormente hice muchos trabajos en Canal 13 («TonkaTanka», «Peleles», etcétera); estuve más de un año allí en el área de prensa dando El Tiempo, ¡la primera argentina que hacía eso! Siempre he buscado las cosas, más que me lleguen solas. Preguntaba qué proyecto estaba saliendo, si cabía la posibilidad de que yo me amoldara a algo; por eso creo que la perseverancia es lo más importante. Cada vez me pongo metas más difíciles, pero disfruto de cada cosa que voy obteniendo. No me quejo y cumplo todo lo que me propongo, más allá de lo que da la Ley de la Atracción (risas). Cuando disfrutas lo que haces, para mí eso no es trabajar, y yo disfruto mucho mi trabajo.

Usas mucho la palabra disfrutar. ¿Qué disfrutas de ambos oficios, del modelaje y la comunicación?

Que la gente me conozca tal cual soy, no como un estereotipo de modelo que se queda ahí y no va más allá de eso. No me gusta que se queden sólo con lo que ven en pantalla. Muchas veces, cuando se ponen a charlar conmigo, me dicen qué simpática que soy,  pensaban que no era así, porque muchas veces pasa que a alguien en televisión tú le prendes la cámara y es de una forma, pero se la apagas y es de otra. La gente tiene que saber que si me río o lloro, es porque soy así, no es un personaje.

¿Qué valoración le das al tema estético y la belleza en tu vida?

Para mí es más que algo estético; la belleza es un tema de salud. Creo que la vida sana debe adoptarse como algo cotidiano, normal. Uno debe cuidar el cuerpo no para verse bien, sino para sentirse bien. Da lo mismo si tienes o no calugas. Alimentarse bien es fundamental y necesario, y no es complicado. Se deben cambiar los hábitos alimenticios porque eso hace que el cuerpo reaccione mejor y eso, incluso, se ve indirectamente en la parte estética.

¿Siempre has tenido esa conciencia?

El hábito de alimentarme bien lo adquirí como hace 3 años. Me empecé a cuidar porque me di cuenta que me siento mejor, mi cuerpo y piel lucen mejor, el pelo, las uñas, ¡todo! Y eso te motiva a que quieras seguir así. La piel no envejece y te sientes con más energía. Uno se siente radiante. Todo empezó porque empecé a interesarme en la medicina y la nutrición, y descubrí que los carbohidratos y azúcares nos hacen mal a todos, son veneno. Las células necesitan antioxidantes para no envejecer, ¿y cuáles son? El acai, la moringa, por ejemplo. He empezado a investigar un poco de cada uno de ellos. O conocer qué tan buenas son las proteínas y cuáles son las que efectivamente son mejores para mí. Me hago sesiones ortomoleculares con Yaisy Picrin.

¿Por qué?

Hubo un período en el que me sentía muy mal, me bajaba la presión y no sabía por qué. Ella me hizo ciertos análisis y averiguamos que era porque estaba intoxicada con plomo.

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