Por Andrea Sánchez
Ayer Beyoncé dejó claro que es una de las mujeres más poderosas de la industria de la música. Su espectacular actuación en la que parecía una deidad, su discurso en el que dejó claro que empoderará tanto como pueda a sus hijos, estremeció a más de uno.
Mientras Beyoncé triunfaba en le escenario, Blue Ivy lo hacía abajo, sentada en la piernas de su padre, Jay-Z, todos, absolutamente todos, querían saludar a la niña del momento, la hermana mayor de los gemelos que Queen-B está esperando.
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Blue Ivy lució un traje Gucci, nada mal para una niña, con el que la pareja más rentable de la música le rindió un tributo a Prince, quien tenía una peculiar forma de vestir y con quien Beyoncé compartió escenario en 2004.
Otro momento cumbre fue cuando James Corden simuló un ‘Carpool Karaoke’ en el que se hizo acompañar de Jennifer Lopez, Tim McGraw, Faith Hill, Keith Urban, John Legend, Ryan Tedder, Jason Derulo y Neil Diamond y tuvo su momento cuando la pequeña hija de Beyoncé se sumó a la fiesta que tenía orden junto a sus invitados.
