¿Alguna vez te dijeron que no podías elegir ciertos juguetes porque eran solo para chicos (as)? Es probable que sí. ¿Por qué las niñas ‘deben’ jugar con enseres domésticos y muñecas y no con balones o autos?
PUBLICIDAD
El ayuntamiento de Valencia, en España, acaba de lanzar una atractiva campaña en donde un tierno oso de peluche se encarga de dar una serie de consejos para no regalar juguetes sexistas. Aquí reproducimos sus consejos:
DESCUBRE MÁS
- Disforia de género: cuando los niños quieren pertenecer a otro género
- Niños tiranos: cuando los padres se convierten en víctimas de sus hijos
- Juguetes por la igualdad: los juguetes de acción dejaron de ser sólo para niños
Ya sabemos que el mejor juguete es aquel que ayuda a desarrollar la imaginación y la creatividad, abriendo la puerta a un mundo de posibilidades para explorar, conocerse y soñar. ¡Están aprendiendo todo sobre la vida! Ahí van algunos consejos para que jueguen y vivan en igualdad.
No quiero decirte qué comprar, porque no conozco sus gustos, pero sí te doy pistas para empezar a pensar de otra forma sobre los juguetes.
Regla número uno. La más importante de todas. Destierra la expresión «eso es de chicos / eso es de chicas».
PUBLICIDAD
Cuando nos sugieran o muestren interés por algún juego o juguete, simplemente mostremos aceptación. ¿Que María quiere un camión? Bien. ¿Que Ángel se pide una secadora? Bien. Con esto les transmitimos confianza en su propio criterio y reforzamos su autoestima. Y es una forma de decir: ‘te quiero por ser tú, no porque te adaptes a la sociedad. Seas como seas, eres importante’.
Cuantos menos años tengan, más fácil será. Habrás notado como yo que los niños y niñas empiezan jugando por igual con camiones, bebés, cocinitas, bloques de construcción, pelotas o maquillaje de cuerpo. Pues esa es la idea, que sigan así.
Cuando crecen van siendo más sensibles a los mensajes sexistas del mundo adulto. Pero no está todo perdido. Sigamos…
Sé rebelde. Lleva a las chicas al pasillo azul y a los chicos al rosa
Aunque no nos hayan pedido ningún juguete ‘del otro sexo’, no está de más dar un paseo por ese otro pasillo, hojear las otras páginas de los catálogos e ir comentando las opciones que vemos, qué hacen, cómo se juega con eso… Por supuesto, tenemos que mostrar una actitud abierta a cualquier opción, mostrar normalidad. A veces solo nos piden los juguetes ‘que les toca’ simplemente porque no han visto bien otras opciones. O porque han interiorizado que no son cosas que les correspondan.
Chicas, al pasillo de las aventuras. Chicos, al pasillo rosa. ¡A ver qué descubrimos!
Básate en su edad y sus aficiones, no en su sexo
Cuando tenemos que regalar a alguien, lo primero que nos preguntamos es si es niño o niña. Y acabamos comprando otra muñeca para ella y otro balón para él. Si te fijas en la edad y, sobre todo, en las aficiones de quien lo va a recibir y las puertas que le vas abrir, surgirán ideas nuevas. Por ejemplo, una persona de 5 años a la que le encanta la música: un piano. Una persona de 9 años que está fascinada por el espacio: un telescopio. Una persona de 3 años que no para de esconderse: una linterna. ¿Verdad que no importa si son chicos o chicas?
Elige la opción neutra
Insisto: intentemos huir del todo rosa para ella y del todo azul para él. Sobre todo en juguetes que deberían ser totalmente unisex. Menos mal que hay más colores. ¿Por qué no elegimos los patines amarillos? ¿O el correpasillos (patín del diablo) verde? ¿O el mercadito de madera?… ¿O el osito de peluche marrón? 😉
Debate en familia
Mientras vemos los anuncios, podemos lanzar preguntas al aire: ¿Alguien sabe por qué todos los anuncios de bebés se dirigen a chicas? ¿Creéis que a las chicas solo les gusta el rosa? ¿Por qué las figuras de acción son casi siempre masculinas? ¿Los chicos no saben cocinar o qué? ¿No existen las súper heroínas?
Intenta que haya presencia de personajes femeninos en los juegos ‘masculinos’. Y personajes masculinos en los juegos ‘de ellas’
Puede ser un primer paso aceptar que se cuele una mujer en su escuadrón de combate. O que en la reunión de las muñecas se presente un apuesto compañero. Si en los juegos que les gustan existe esa opción, que no les falte. Por supuesto, también ayuda que papá juegue a cocinar y que mamá maneje la nave espacial.
Busca algún juego en el que puedan participar niños y niñas por igual
Si ya se han acostumbrado a que el mundo se divide en cosas de chicos y chicas, de momento que tengan opciones en las que es fácil jugar mezclándose. Pueden ser juegos de mesa, juegos de naturaleza, deportes, o juegos de imitación (ojo a los colores y a las temáticas, como comentaba antes). Nunca olvidaré a aquel chico, Miguel, que no quería chutar porque la pelota era rosa. Me hizo pensar.
Cuidado con la imagen que dan los juguetes sobre el cuerpo de la mujer y del hombre
Sí, me refiero a las medidas imposibles de la cintura de las muñecas o de los brazos de los muñecos. Si no puedes evitar esos juguetes, al menos habla sobre el tema. Que vean evidente que eso no es lo normal. ¡Cuida la autoestima de tu hija o hijo!
Tu hijo o hija ya ha hecho la lista de regalos y no tienes mucho margen. Y ahora que la revisas te parece todo demasiado sexista.
Siempre hay margen de actuación. Y se puede ir poco a poco. Si es un chico, por ejemplo, y ha pedido un muñeco de acción, aprovechando que hay mil modelos, elige el que en vez de la competitividad premie la cooperación. Un escalador necesita todo un equipo para sus expediciones. Y un bombero nunca actúa solo. Para ellas, en vez de elegir todos los tipos de princesas posibles, ¿qué tal una gimnasta o una exploradora? O, mejor aún… ¿por qué no una súper heroína?
Aunque después de tanto consejo, tengo que confesar algo. En realidad lo que hay que hacer para evitar la discriminación de género es NO HACER NADA. En serio, desde el principio, tú no hagas nada, y verás. Sin la intervención adulta, con sus prejuicios y normas sociales, la infancia crecería como es: saludable, divertida y en igualdad. A ver si aprendemos. 😉