Por Ulrike Geist (dpa)
¿A quién lo le gustan estos pequeños frutitos rojos que se dan en la primavera y que fueron descritos por algún poeta como «hechos para los ángeles»? Las fresas desprenden un aroma exquisito, contienen mucha vitamina C, tienen pocas calorías y alegran de sólo verlas en la nevera. Y algo más: no sólo son perfectas para una tarta o un postre con crema, sino también para platos más fuertes, como les contamos a continuación.
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El chef Thomas Bühner, que trabaja en un hotel de la ciudad alemana de Osnabrück, recomienda algunas de sus creaciones. Entre sus platillos favoritos hay combinaciones con patatas, aromas cítricos (lima) y tonos picantes de jengibre, ají y pimienta.
Si bien hay combinaciones que desaconseja, como las fresas con pescado o pollo, sugiere probar preparar el clásico pato a la naranja en una variante con estos frutos rojos.
Se puede innovar en muchos aspectos, pero hay que tener en cuenta que las fresas no soportan cualquier temperatura, ya que al recalentarlas pierden sabor. Lo importante es, al preparar platos centrales, añadir las fresas al final.
Ese problema no se plantea al preparar gazpacho, un plato frío. La recomendación especial de Bühner: añadirle a la tradicional receta española un puñado de fresas y condimentarla con salsa picante. De pronto, el gazpacho se transforma en algo totalmente nuevo y sorprende a los comensales en una noche de verano.
Entre los condimentos más recomendados para las fresas están la canela, el clavo de olor, la menta, la albahaca y el estragón.
Para la combinación ya clásica de fresas con pimienta verde, los expertos recomiendan tomar pimienta congelada, ya que la que se consume con vinagre suele ser demasiado ácida. Además, la congelada tiene una textura más crocante que contrasta muy bien con la suavidad de los frutos.
Un postre muy original puede hacerse pisando una buena cantidad de fresas, mezclando ese pure con fresas enteras y coronando el conjunto con con vainilla y pimienta molida. La mezcla de pimienta verde con vainilla también suele utilizarse como condimento para los espárragos con fresas y albahaca fresca.
Otra alternativa es el chutney de fresas, que queda exquisito con cordero o un queso de sabor fuerte.
Estas opciones son perfectas cuando se quieren conservar los frutos que no se han comido en temporaa. Se los puede preparar en chutneys, mermeladas, vinagres o zumos. Una variante es hervir 300 gramos de fresas, 10 hojas de salvia y 75 mililitros de vinagre balsámico con un condensante. El resultado será una pasta que en el invierno irá fantásticmente bien con queso, carnes o ensaladas.
Los especialistas aseguran que las fresas también se llevan muy bien con las aceitunas negras, el té negro, el Gruyere y la mozzarella. Hay quienes incluso se han aventurado a preparar el clásico de tomate-mozzarella-albahaca con fresas en lugar de tomates.
Y para los más osados, una última recomendación: cortar las fresas en rebanadas, secarlas al horno y mezclarlas luego con sal. Esa combinación podrá ir luego con pescado o sobre un pan con mantequilla.