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‘Placenta accreta’, la condición médica que podría matar a Kim Kardashian si se embaraza

Kim Kardashian optó por alquilar un vientre para tener a su tercer bebé pues sus embarazos anteriores pusieron en riesgo su vida por esta condición

Por Karen Hernández

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El anhelo de Kim Kardashian por convertirse en madre por tercera vez preocupó a los médicos ya que la socialité tuvo embarazos de alto riesgo con North y Saint por ello, las opciones eran: someterse a una operación de útero, lo cual de igual manera ponía en riesgo su vida o que una de sus hermanas (Kourtney o Khloé)  concibiera al bebé.

Cuando finalmente Kim y Kanye West anunciaron habían conseguido alquilar un vientre que llevara a su tercer hijo, los encabezados y titulares enloquecieron. Pero el tema, ha llamado la atención más allá de tratarse de Kim Kardashian pues su condición es algo cada vez más común en las que buscan ser madres y el proceso llamado subrogación, ha sido la opción para muchas parejas. 

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Cuando Kim se embarazó de su primer hija, North West, presentó una complicación de alto riesgo conocida como placenta accreta la cual puede provocar sangrados vaginales y hasta un aborto espontáneo.

¿Qué es la placenta accreta y cómo se diagnostica?

De acuerdo con The American Pregnancy Association, en un embarazo normal, la placenta (órgano que proporciona oxígen o y nutrientes al feto), se separa de la pared uterina después de dar a luz pero, para las mujeres que sufren de placenta accreta, la placenta se adhiere con demasiada profundidad a la pared del útero, provocando hemorragias o daños severo al útero durante la intervención para despegar la placenta. 

 

Esta condición se detecta a través de un ultrasonido, un álisis de sangre para ver los niveles de proteína del feto, una resonancia magnética o una cistoscopia. Aproximadamente 1 de cada 2,500 embarazos experimenta placenta accreta, sin embargo el problema cuando se presenta es que no hay signos o síntomas, excepto por algún sangrado vaginal durante el tercer trimestre. 

Para poder separar la placenta del útero, Kardashian tuvo que someterse a múltiples cirugías después del parto y a pesar de que la bebé nació sana y sin complicaciones, el verdadero dolor vino con la intervención del médico. «Mi médico tuvo que meter todo su brazo dentro de mí para separar la placenta con su mano. Raspó mi útero con sus uñas. ¡Qué desagradable y doloroso!», explicó la estrella de televisión en su blog personal. «Fue la experiencia más dolorosa de mi vida. Tuvieron que darme una segunda epidural pero corríamos contra el tiempo, así que tuve que hacer un gran esfuerzo».

¿Cuál es el tratamiento?

En realidad, no hay nada que una mujer puede hacer para evitar o prevenir esta condición y tampoco se puede tratar una vez que haya sido diagnosticada más que un control médico para tratar de inmediato si llegáse a haber un sangrado o un aborto espontáneo, además de programar el parto (cesárea) y una cirugía para salvar el útero. 

Aunque aún se estudia la posibilidad de dejar la placenta en el útero y esperar a que el organismo la reabsorba naturalmente, de modo que no se dañen las paredes del útero con la extracción y preservar la fertilidad de la paciente.

«Dicen que esto es lo que provoca que algunas mujeres mueran durante un parto ya que no tienen el cuidado apropiado. Estoy tan agradecida de que mi médico fuera capaz de captar esto y solucionar el problema de inmediato», escribió Kim.

 

 

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