¿Alguna vez has sentido un ardor persistente en el estómago o la garganta? Si la respuesta es positiva, lo más probable es que sufras de acidez estomacal.
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Es un problema bastante común aunque no por eso debemos prestarle menos atención. La acidez se puede desencadenar por varias razones, entre ellas, los hábitos alimenticios, el embarazo u otros problemas que requieren tratamiento médico.
Descartando hernias estomacales o reflujo crónico, la acidez puede tener que ver con el exceso de alcohol, cafeína o algunos medicamentos que pueden contribuir a aumentar los síntomas.
El cigarrillo es un gatillante directo de la acidez estomacal. No todos los fumadores lo saben, pero los químicos presentes en los cigarros debilitan el esfínter esofágico inferior, lo que produce que los ácidos del estómago suban y generen molestia.
Si los síntomas son persistentes, lo primero que hay que hacer es observar el estilo de vida. Trata de dejar el café y el cigarrillo, además de algunas comidas que incluyen ingredientes irritantes, como la salsa de tomate y los condimentos muy picantes.
Controla tus niveles de estrés; las tensiones y preocupaciones también pueden gatillar acidez y si no se controlan, también pueden generar otro tipo de problemas.
Si ya cambiaste tus hábitos y aún tienes síntomas, consulta con un médico para descartar cualquier otro tipo de patología gástrica. En la mayoría de los casos, la acidez se debe al estilo de vida, pero también puede tener que ver con anomalías en el estómago o el esófago.