Muchos hombres podrán decir que prefieren un cerebro a una cabeza hueca, por más guapa que sea. Pero parece que cuando se enfrentan a una velada romántica con una mujer que podría tener un poder cerebral muy superior, muchos preferirían correr hacia una de menor coeficiente intelectual.
Contrario a lo que cualquiera podría pensar, a los hombres no les intimida estar con una mujer guapa y exuberante, sino con una que sea inteligente y empoderada.
Y es que según un estudio realizado por la Universidad de Buffalo, la Universidad Luterana de California y la Universidad de Texas en Austin, a pesar de que los hombres SÍ les gusta la idea de salir con mujeres inteligentes, cuando llega el momento de estar con una, se apanican y hasta llegan a pensar que no es lo suficientemente atractiva como para iniciar una relación.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores pusieron a 105 hombres en un escenario hipotético donde una mujer los superó o igualó en una prueba de matemáticas. Antes de conocer los resultados, se les habló sobre imaginar a una chica inteligente como pareja y todos parecieron estar a favor, pero cuando se les informó que esta chica los había superado en la prueba, cambiaron de opinión y dejaron de verla como menos deseable.
Los hombres se sienten atraídos por la idea de salir con mujeres inteligentes, pero en no les gusta la realidad de enfrentarse a una cara a cara.
Un hombre quiere una mujer inteligente pero no una mujer que sea más inteligente que él. No te preocupes, la esperanza no está perdida ya que sólo los llamados «macho alfa» se sienten así.
Un verdadero hombre es aquel que aprecia y adora a una mujer inteligente que lo desafía. Los hombres no tienen toda la culpa. Vivimos en una sociedad donde a los hombres se les ha llenado de ideas tóxicas sobre la masculinidad. Creen que necesitan ser fuertes y emocionalmente distantes para atraer a su pareja.
Estas ideas son erróneas y dañinas y una mujer cargar con el peso del ego masculino. Un hombre que te merece te amará y te adorará sin importar lo fuerte, odiosa, ridícula, tonta, salvaje o inteligente que seas. Cualquier cosa menos no vale la pena.
Necesitamos igualar el campo de juego. Nadie debería estar disminuyendo o amplificándose para ser atractivo para una pareja.