Moda y Belleza

Por esta razón Tutina usó su “pijama” otra vez

Querido lector: Es hora de abrir un poco más la mente así le parezca horrorosa.

@luxandlan

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La moda es incomprensible para los que la lucen a primera vista tal y como sale de las pasarelas. Por eso, para todos aquellos aterrados ante un concepto artístico o conceptual, o hacia otra estética, las marcas para gente de a pie toman elementos que traducirán para que usted lo use.

Ya sé, ya sé: esto le suena como el gran discurso que le da Meryl Streep a Andy Sachs en “El diablo viste a la moda” explicándole de dónde sale su espantoso suéter azul cerúleo. Pero la parrafada de arriba es básica para explicarle a la gente como Andy y como la que le hace memes a Tutina de por qué la ropa viene de donde viene. Qué hace que alguien como ella use una pijama que a usted le parece chistosa.

 

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Le parecerá chistosa, pero eso pasa en el mundo. Le parecerá horrorosa, pero las estéticas mundiales hace mucho, pero muchísimo tiempo dejaron de ser el de la señora con Chanel y perlitas. Adivine qué: Chanel sacó complementos de plástico que a más de uno acá le parecen “guisos”. Pero querido lector, el mundo y la moda van más allá de una concepción colombiana que de por sí, se ha cerrado a la actualidad desde siempre.

¿De dónde salen las pijamas? 

Es básico: Las pijamas no son cosa nueva. Ni siquiera lo que usó ante el papa Francisco. No son un “arranque de mal gusto”, como dicen los ignorantes de la televisora, ni mucho menos “un desajuste” o “ella no pensó antes de vestirse”. Las pijamas vienen desde 2012 ( y más antes), así como los conjuntos de flores y las flores, también. Tutina solo es el reflejo de la elegancia de su tiempo.

El loungewear, la languidez que vienen desde Poiret y Chanel, así como del mismo Erté (googlee, se encontrará con cosas muy interesantes), los trajes cómodos, los conjuntos. Todo eso ha sido retomado por marcas como Gucci y Zara. Y sí, aunque su estética sea chocante para la gente que está acostumbrada a ver a las estrellas de la televisión en vestidos pegados y blusitas de boleros, solo hay que pegarse una pasadita quizás por Instagram, o por los streetstyle de París y Nueva York.

Esto no es París, tampoco Nueva York, pero la gente, gracias a las redes sociales, quiere reflejar su estética individual más allá de las muchachas de la televisora usando blusitas de boleros

“Pero es que esto no es París y Nueva York”. Pero Colombia dejó de ser una aldea hace mucho tiempo. O bueno, lucha por serlo. Gracias a las redes sociales, mucha gente se identifica con estéticas más globales, menos formales, menos “correctas” y ajustadas a un criterio anacrónico y cerrado* . Por eso tenemos el placer de ver al lado de diseñadoras como Johanna Ortíz a gente como Le Zapatiere, Ducky Black, A New Cross, Polite, mostrando que hay gente que quiere expresarse más allá de lo que el entorno le ofrece para construir su invididualidad. Y eso no tiene nada de malo, ni cuestionable: la moda ofrece aspiración para cada persona dependiendo de su construcción social. Más aún en un siglo donde tantas culturas, corrientes y expresiones conviven al mismo tiempo.

Por otro lado, y antes de que comience con su discurso moralista y cansino que no le queda, le informo, querido lector, que la moda también ha sido un disfraz. De hecho es esa una de sus funciones . Lo usaba Luis XIV en Versalles cuando era el Rey Sol , la usaba Jacqueline Kennedy cuando mostraba ser la primera dama perfecta y la muestra la ejecutiva que usa un power blazer para la reunión en este siglo. La moda sirve para camuflarse o para distinguirse**. Más de uno ha encontrado en ella una oda a su propia liberación (pregúnteles por favor esto a los cubanos, a los iraquíes de Mr. Erbil y a los chinos)***. Otros han encontrado esclavitud y otros han encontrado una forma de parecer -o no parecer-. Con esto quiero decirle, en conclusión, la moda es un campo más amplio del que parece, que va más allá de las señoras estiradas que lee en las revistas del supermercado. Que hay un mundo afuera y que es hora de no solo burlarse de lo que no entiende: es más, es un campo fascinante para abrir la mente y no necesariamente tiene que gustarle.

* Zandra Pedraza Gómez escribió un libro fascinante en el que explica de dónde vienen todas esas concepciones que a usted le parecen «vulgares», querido lector. Los manuales de urbanidad colombianos de 1917 y 1890 tienen exactamente las mismas normas para juzgar a otros por su apariencia. El libro se llama «En cuerpo y alma» y explica muy bien de dónde viene nuestro provincianismo, racismo y clasismo y más ante un tema como la moda.

** «La moda, una visión sociológica», de Joanne Entwistle. 

*** Los chinos son los mayores compradores de lujo en este siglo. Ellos aman los logos, las marcas y el safari shopping. Muchos comenzaron a ostentar poder adquisitivo luego de la represión de Mao Tse Tung. Esta es su manera de expresar individualidad.

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