Lo vimos por primera vez en las salas de la famosa escuela de diseño Parsons en Nueva York, haciendo colecciones en tiempo récord bajo la presión de la producción de Project Runway, programa que ganó en 2008.
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Ahora, Christian Siriano es uno de los diseñadores más prestigiosos de la industria, sobre todo porque es de los pocos que realmente se ha comprometido con un cambio real y constante en los estereotipos en las pasarelas.
Mientras otros diseñadores/as y casas de moda sólo reclutan a modelos delgadísimas, Siriano nuevamente —lo hizo también en su desfile para la temporada de primavera pasada— incluyó a varias chicas que refleja la belleza en la diversidad, en el desfile que presentó este domingo 12 de febrero en la New York Fashion Week (temporada de otoño 2017).
De 53 looks de la colección, 10 de ellos fueron exhibidos por modelos curvilíneas, entre ellas, Iskra Lawrence y Jocelyn Corona. El show también incluyó a modelos que brillaron en décadas pasadas, como Karolina Kurkova y Alek Wek.
Como es de costumbre, Siriano presentó hermosos trajes de noche en satín, y también se preocupó de abarcar las tendencias actuales, como las mangas acampanadas, los tops de terciopelo y los cortes asimétricos. En torno a colores, las tonalidades que dominaron fueron los cobres, dorados, negros y plateados.
Entere las prendas, sumó una polera con el mensaje “People Are People”. ¿Qué quería transmitir? Unión, igualdad y tolerancia. Como él mismo declaró en una entrevista con The Hollywood Reporter, no es un mensaje político, sino que un llamado a respetar los derechos humanos.