Moda y Belleza

5 ventajas de mandar hacer tu ropa

Acudir a uno de los oficios de más tradición para confeccionar tu ropa tiene beneficios incomparables.

Cada persona le da diferente importancia a la moda, pero lo que es un hecho es que la ropa es un relevante canal de comunicación que expresa, además de la personalidad de quien porta, todo su bagaje cultural y social, así como los grupos de membresía a los que pertenece y los grupos de referencia a los que aspira. La elección consciente o inconsciente de lo que vestimos es algo que no debe subestimarse.

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Para adquirir nuestras prendas nos dirigimos a grandes almacenes, a tiendas de fast-fashion, a mercados locales o bazares vintage, pero existe una alternativa más: mandarlas hacer directamente con una modista o costurera, y aquí te enlisto cinco ventajas que tiene por encima de aquellas otras opciones:

1. Exclusividad

Ir con una modista a que haga tu ropa te ofrece automáticamente la garantía de que nadie más tendrá una prenda igual a la tuya. Es un proceso de principio a fin que da por resultado un producto único y no hecho en masa como los que llenan nuestro clóset: ser exclusivo es una cualidad inherente en ello.

2. A la medida

La estandarización de las tallas ha buscado reducir la diversidad de cuerpos que existe, porque de hecho todos son distintos. Por lo mismo a veces entramos en conflicto y a pesar de ajustarnos a una medida siempre hay detalles que no nos dejan satisfechas porque nuestros hombros son estrechos, tenemos brazos largos, busto grande, tiro corto, diferente estatura, etcétera. Todo eso no es problema al mandar confeccionar la ropa, porque se hace justo a tu medida.

3. Libertad en el diseño

Se puede decir que el cielo es el límite: puedes mezclar cortes, texturas, estilos, colores y tipos de telas casi a tu antojo, excepto por algunas reglas que hay que respetar y que te las señalará tu modista. Pero sí gozarás de una amplia gama de opciones de que no te ofrece la ropa comprada y puedes, auxiliándote, construir el diseño que siempre imaginaste sin botones de más o de menos.

4. Elección de telas

Elegir no solo el estilo sino la tela de la que estará hecho, es otro nivel. Además de la variedad de colores y estampados, puedes elegir una menos sintética que la de las prendas compradas, así como fibras naturales o de mejor calidad.

5. La calidez del hecho a mano

La automatización de los procesos en la industria ha traído muchos beneficios en ahorro de tiempo y de recurso humano, favoreciendo el dinamismo de la globalización. Eso no ha demeritado el valor del trabajo hecho a mano, con toda la dedicación y la excelencia que implica, y de la que el rush industrial prescinde.

Y por último, la nada equiparable experiencia de estrenar prendas nuevas. Ahora coméntanos si también compartes el gusto por mandar a hacer tu ropa.

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