La emoción se encendió cuando Victoria Kjær Theilvig regresó a Ecuador por segunda vez en 2025. Su llegada fue anunciada oficialmente a través de su cuenta en Instagram, generando oleadas de expectativa entre sus seguidores.
Lejos del glamour habitual de las pasarelas, esta visita tenía un propósito especial: conectar con Ecuador, conocerlo de cerca y —sobre todo— dejarse seducir por su gente, su cultura y sus rincones únicos.
Cuenca bajo su lente: encanto mestizo entre historia y modernidad
Una de las paradas más significativas fue en la ciudad de Cuenca, Ecuador. Allí, Victoria compartió varias fotografías en Instagram donde mostró su admiración por la belleza arquitectónica, los paisajes coloniales y la vibra tranquila de sus calles.
En sus publicaciones —acompañadas de un corazón blanco— la modelo danesa captó desde plazas históricas hasta rincones urbanos menos conocidos, invitando a sus seguidores a imaginarse caminando junto a ella por esa “Atenas del Ecuador”.
La reacción no se hizo esperar: admiradores de Ecuador y Dinamarca comentaron con entusiasmo y hasta la actual reina del certamen respondió a sus publicaciones.
Un recorrido vibrante: más allá de Cuenca
Pero su paso por Ecuador no se limitó a Cuenca. Antes visitó la costa —incluyendo una escala en Guayaquil, Ecuador— donde compartió postales nocturnas desde la ventana del avión, generando expectación entre sus fans.
También en 2025 la danesa recorrió las Islas Galápagos, donde se mostró emocionada frente a la naturaleza exuberante, la fauna emblemática y la hospitalidad de quienes la recibieron.
Su agenda ha combinado actividades oficiales —como su rol de madrina en un certamen ecuatoriano de belleza— con viajes espontáneos para disfrutar del país desde un ángulo más íntimo y personal.
Turismo, farándula y conexión humana: una mezcla que conquista
El paso de Victoria Kjær por Ecuador pone de relieve algo más que la presencia de una celebridad: resalta el poder del turismo consciente, de la conexión cultural y del intercambio humano. Su admiración pública por lugares como Cuenca o Galápagos ha despertado el orgullo de muchos ecuatorianos y el interés en quienes aún no conocen el país.
Para un país tan diverso como Ecuador —con costas, Andes, selva y archipiélagos— la visita de una figura global trae visibilidad internacional y pone en valor sus tesoros naturales y culturales.

