Hay colecciones que buscan tendencia, y otras que buscan significado. Del Tipo al Arquetipo pertenece a la segunda categoría. Se trata de moda con prendas de ropa que no te piden que las uses, sino que las sientas.
Bajo la visión de la productora y gestora creativa Paulina Andrade, surgió un proyecto que apuesta por volver al origen, a la materia viva, a las manos que tejen historia y a la memoria que habita en el cuerpo.
Esta puesta en escena une arte, moda y espiritualidad. La pasarela no funciona como un escaparate; funciona como un portal simbólico donde los cuerpos se vuelven territorio, y la ropa, un lenguaje capaz de activar emociones profundas.
Tres miradas, un mismo latido creativo
La fuerza de esta colección nace del encuentro entre tres artistas ecuatorianos que dialogan desde sensibilidades distintas, pero con un propósito compartido, el de recuperar los saberes ancestrales y llevarlos hacia una estética contemporánea.
Ana Andrade teje desde la herencia materna. Su trabajo con el crochet es una conversación silenciosa con las mujeres que la precedieron. Cada puntada es una forma de recordar, de abrazar la identidad y de convertir la memoria en cuerpo.
Estefanía Vázquez crea textiles que se sienten más que se observan. Su visión une pintura, experimentación y sensibilidad artesanal para construir superficies que envuelven el cuerpo como si fueran paisajes emocionales.
Víctor Hugo Torres Uhzca, desde la cestería contemporánea, trabaja la fibra como si esta tuviera voz propia. Sus piezas abstractas evocan territorio, raíz y conexión espiritual.
Juntos, estos artistas construyen un universo donde la moda deja de ser objeto y se vuelve símbolo.
Doce trajes que hilvanan naturaleza, cuerpo e identidad
Del Tipo al Arquetipo presenta una colección de doce trajes que invitan a pensar la moda como un ritual moderno. Son cuerpos simbólicos que hablan de territorio, espiritualidad, pertenencia y resistencia. Aquí, vestir deja de ser tendencia y se convierte en un acto de consciencia.
Los materiales, algodón, seda, semillas y fibras naturales, nacen de la tierra ecuatoriana y de las manos artesanas que saben transformar lo simple en sagrado. Cada pieza abraza las tres “R”: regenerar, recuperar y reestructurar, demostrando que la sostenibilidad también puede ser poética.
La pasarela del Quito Fashion Week 2025, el pasado 29 de noviembre, fue el escenario donde estos diseños cobraron vida. Allí los presentes pudieron observar prendas en las que hay símbolos, historias hiladas y memorias que se vuelven movimiento.
Volver a la raíz
En un mundo donde vestir suele ser fugaz, esta propuesta recuerda que cada prenda puede ser un puente hacia algo más grande, nuestras raíces, nuestras montañas y nuestras manos. Del Tipo al Arquetipo nos invita a reconectar con el poder del origen y vestirlo con orgullo.