Pasarelas

Quito Fashion Week 2025: una pasarela que explotó en color, talento y energía creativa

El Quito Fashion Week 2025 vivió uno de sus cierres más vibrantes con Custo Barcelona y Alfredo Martínez, junto a 45 diseñadores que llenaron de color, técnica y visión las pasarelas, consolidando a Quito como un punto clave de la moda latinoamericana.

Desirée
Desirée Desirée (Malad Goyes)

El Quito Fashion Week 2025 bajó el telón dejando una energía vibrante en el ambiente, de esas que se sienten en la piel y permanecen mucho después de que se apagan las luces. Durante tres días —del 28 al 30 de noviembre— la capital ecuatoriana se convirtió en un punto de encuentro para la creatividad, la técnica y la visión de futuro, reuniendo a más de 45 diseñadores nacionales e internacionales que celebraron la diversidad estética desde todas sus aristas.

Esta edición no solo consolidó a Quito como un epicentro estratégico dentro del mapa regional de la moda, sino que también reafirmó que en el país existe una escena en plena expansión, madura, atrevida y capaz de dialogar al nivel de las grandes plataformas del mundo.

Custo Barcelona y Alfredo Martínez: dos fuerzas que encendieron la noche

El cierre de esta edición fue uno de los más potentes de la historia del evento. Custo Barcelona regresó por tercera vez al país con una colección fiel a su ADN: explosiones de color, texturas que desafían la lógica y una construcción experimental que convierte cada prenda en un pequeño acto de rebeldía creativa. Su desfile fue un estallido de energía que hizo vibrar al público de principio a fin.

Custo Barcelona
Custo Barcelona (Malad Goyes)

En contraste, Alfredo Martínez presentó una propuesta cargada de sofisticación y dramatismo. Sus líneas impecables, las siluetas rotundas y una mujer poderosa como eje narrativo convirtieron su presentación en uno de los desfiles más comentados de la edición. Un final de lujo que unió dos miradas distintas pero igualmente contundentes.


Alfredo Martínez
Alfredo Martínez

Talento nacional: el corazón del Quito Fashion Week

Aunque los grandes nombres internacionales cautivaron, la programación dio un espacio esencial a la moda ecuatoriana, mostrando su solidez técnica y madurez estética. Nombres como Fabrizio Celleri, Anabel López, Lía Padilla, Liz Cárdenas, Nina Smith y Milú Espinoza demostraron que el diseño local está viviendo un momento de oro.

Liz Cárdenas
Liz Cárdenas (Malad Goyes)

Entre las propuestas emergentes que se robaron miradas destacaron Blesk y ORRTHÍZ, dos marcas que representan el pulso joven y creativo del país.

Blesk presentó una colección atrevida que reinterpreta materiales tradicionales, especialmente el denim, con cortes escultóricos, siluetas oversize y una estética urbana elevada que convirtió algo cotidiano en una declaración de alta moda contemporánea. Su propuesta fue un recordatorio de que la innovación nace de atreverse.

Blesk
Blesk (Malad Goyes)

En un registro completamente distinto, ORRTHÍZ llevó al público a un espacio casi ceremonial: tejidos y bordados artesanales, accesorios simbólicos y una narrativa potente que fusiona ancestralidad y modernidad. Su desfile se sintió como un rito visual que conectó con la memoria colectiva desde la experimentación estética.

ORRTHÍZ
ORRTHÍZ (Malad Goyes)

Un derroche conceptual desde Colombia

Uno de los momentos más resonantes del primer día llegó de la mano del diseñador colombiano Jorge Duque, quien presentó “Gabinete de curiosidades latinas”. Su propuesta exploró la memoria, el origen y la experimentación a través de piezas que parecían contener pequeñas historias dentro de sí mismas. Fue un show vibrante, reflexivo e inolvidable, que marcó el ritmo del arranque del Quito Fashion Week.

Quito en ascenso dentro del mapa de la moda

Durante la clausura, el productor del evento, Pietro Polit, destacó el posicionamiento internacional que la plataforma ha ganado en los últimos años. “Trabajamos con absoluta sinceridad y compromiso para que el Quito Fashion Week muestre al mundo el enorme potencial creativo que existe en nuestra ciudad y en nuestro país. Queremos que Quito y Ecuador se consoliden como un punto clave para proyectar nuestra moda hacia escenarios internacionales”, señaló.

Aunque las pasarelas ya terminaron, el Quito Fashion Week continúa su programación con conferencias, conversatorios y actividades formativas hasta el 3 de diciembre. Además, el pop-up showroom en Rocha Home permanece abierto para que el público pueda adquirir piezas exclusivas de los diseñadores participantes. Una invitación extendida para vivir la moda no solo desde el espectáculo, sino también desde la experiencia directa.

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