La jornada electoral del 16 de noviembre en Ecuador no fue solo sobre papeletas y urnas, para muchos, también fue un show lleno de color, creatividad y risas. Entre los momentos más comentados en redes y medios destacan tres figuras particulares que decidieron dar su propio toque al acto democrático.
El Príncipe Encantador
Iván Andrés Farah, creador de contenido ecuatoriano, sorprendió a muchos cuando apareció en su recinto de votación caracterizado como el Príncipe Encantador de la saga Shrek.
Lejos de llegar en transporte común, Farah hizo su entrada en una carroza tirada por caballos, escoltado por personajes icónicos de la película animada: Shrek, Fiona, Burro, la Galleta de Jengibre, Pinocho… un auténtico desfile mágico.
A su lado estaba su madre, vestida como el Hada Madrina, otra figura querida del universo de Farah, lo que sumó ternura y complicidad al momento.
En redes, el video se viralizó en pocos minutos. Farah compartió su entusiasmo: “no saben todo el amor que le puse a este video para darles un contenido de calidad”, dijo junto a su caracterización épica.
Elegancia en la boleta: el frac dorado de Segundo Castillo
Pero la sorpresa no quedó solo en Shrek. El exfutbolista y entrenador Segundo Castillo decidió acudir a votar vestido de gala: llevaba un frac negro con detalles dorados, una elección tan elegante como inesperada.
En su cuenta de Instagram bromeó sobre su look con la frase: “Calle, pero elegante”. Esa combinación de glamour y cercanía le valió aplausos.
Castillo no es ajeno a los estilos llamativos: su gusto por la moda ha sido destacado antes, incluso por medios como Vogue, después de un famoso esmoquin blanco que usó en un partido de la Copa Libertadores.
Un Moisés muy moderno entre los votantes
En redes también circuló una imagen curiosa: un votante en Quevedo (provincia de Los Ríos) asistió a las urnas disfrazado de Moisés, la figura bíblica.
La foto, convertida rápidamente en meme, retrata cómo el humor se mezcló con la responsabilidad cívica. Para muchas personas, ese momento representó una forma lúdica y alegre de decir: “voto, pero a mi manera”.
Más que disfraces: una expresión colectiva de humor y participación
Lo que ocurrió el 16-N no fue solo un acto de individualidad: para muchos fue una celebración de ciudadanía con un toque de espectáculo. Los disfraces del “Príncipe Encantador”, del Moisés y el frac de Castillo se transformaron en símbolos de una jornada democrática consciente, pero también divertida.
Estos atuendos se volvieron parte de los memes más compartidos del día. A través de ellos, la gente expresó que el voto puede ser serio, pero también puede tener la chispa del ingenio.
Además, figuras como Farah muestran que la política y la cultura pop pueden convivir. Su entrada no solo entretuvo: se convirtió en un reflejo de cómo los jóvenes están apropiándose de los espacios electorales de formas creativas y optimistas.
Al final, esos momentos sirven como recordatorio: votar es un acto de poder, pero también puede ser una oportunidad para expresarse, para mostrar quiénes somos, para unirnos en la diversidad. Ese 16 de noviembre, Ecuador no solo votó: también soñó un poco, rió un poco y lo hizo con estilo.