Hay tendencias de maquillaje que llegan y se van como olas pasajeras, pero hay otras que conquistan por su naturalidad y versatilidad. Tal es el caso del rubor ‘sunburn’, la técnica que ha revolucionado la forma en la que usamos el blush y que ahora se posiciona como un imprescindible en el neceser de maquillaje.
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Inspirada en ese efecto “besito de sol” que deja un día en la playa, esta propuesta ofrece un rostro radiante, coqueto y con un aire despreocupado que parece recién salido de vacaciones.

¿Qué es el sunburn blush?
El ‘sunburn blush’ no es otra cosa que un efecto creado con rubor que imita el enrojecimiento natural de la piel tras exponerse al sol, sin necesidad de arriesgar la salud de tu piel. A diferencia del rubor tradicional, que se concentra únicamente en las mejillas, este estilo se aplica de manera transversal, abarcando pómulos y nariz para conseguir un acabado fresco y juvenil. La técnica se ha convertido en un fenómeno viral en TikTok e Instagram, y no es casualidad que también haya sido adoptada por celebridades y maquillistas de pasarela.
El rubor ‘sunburn’ se lleva de maravilla con labios gloss en tonos nude o rosados, que refuercen la frescura del look. En los ojos, menos es más: bastará con máscara de pestañas, un delineado sutil o sombras en tonos tierra para mantener la naturalidad. El secreto está en dejar que el rubor sea el verdadero protagonista.

Esta técnica de maquillaje también es conocida como “blush efecto quemadito de sol” y es una de las tendencias más virales de los últimos años, inspirada en ese aspecto fresco y juvenil que queda en la piel después de pasar un rato bajo el sol. La idea es recrear ese enrojecimiento natural en mejillas y nariz, como si fuera un bronceado suave con un toque rosado.
¿Cómo lograr el sunburn blush?
La magia de este look radica en la simplicidad. Para recrearlo en casa, basta seguir unos cuantos pasos básicos:
- Prepara tu piel. Una rutina de hidratación y protector solar es indispensable. Para mantener la frescura, lo ideal es aplicar una base ligera, BB cream o incluso solo corrector en puntos estratégicos.
- Elige el tono correcto. Los más recomendados son los rosados, duraznos y corales, ya que imitan mejor el rubor natural. Para un acabado glowy, apuesta por fórmulas líquidas o en crema. Si prefieres un resultado mate, el polvo también funciona.
- Aplica como si fuera sol. Coloca el rubor en las mejillas y cruza hacia el puente de la nariz, difuminando suavemente en forma de franja. Esto creará esa ilusión de “quemadito” saludable. Puedes añadir un toque en el mentón o la punta de la nariz para un extra de autenticidad.
- Sella y potencia. Si buscas duración, fija con polvo translúcido. Un iluminador discreto en los pómulos y tabique de la nariz hará que el look brille todavía más.
Más allá de lo estético, esta técnica triunfa porque se adapta a todos los tonos de piel y edades. Favorece por igual a pieles claras y morenas, y aporta ese toque juvenil que muchas buscan sin esfuerzo excesivo. Es la prueba de que, en maquillaje, menos a veces es más. En conclusión, el rubor ‘sunburn’ es mucho más que una moda: es un recordatorio de que la belleza natural y el glow saludable nunca pasan de temporada.