Oscurecer las canas desde casa es posible con este tinte natural de zanaharia y aceite de coco que te ayudará de forma fácil y sin gastar mucho dinero.
Ten en cuenta que siempre es recomendable consultar a tu dermatólogo antes de probar remedios caseros, pues deseamos evitar alergias o reacciones desfavorables, sobre todo en cueros cabelludos sensibles.
Beneficios del aceite de coco y zanahoria en el pelo, según la ciencia
Según el Instituto Médico Dermatológico, el aceite de coco en el pelo reduce el pelo dañado, aporta proteínas, magnesio, hierro y vitaminas E y K que favorece su apariencia saludable, combate puntas abiertas, desaparece la caspa, entre otros beneficios.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/metroworldnews/ZEIITWZJTBBQ5AKWUDFO74ONJU.jpg)
Por otro lado, el Natural Hair Center afirma que la zanahoria en el cabello, por su alto contenido en vitamina C, favorece la circulación de oxígeno a través de todo el cuero cabelludo, evita la caída, aporta volumen, brillo natural y combate la aparición de canas.
¿Cómo prepara el tinte natural de zanahoria y aceite de coco?
Es importante tener en cuenta que esta preparación a base de jugo de zanahoria es útil si queres darle a tu cabello un tono rojizo anaranjado. Puede durar algunas semanas, así que es recomendable alejarse de él si eres rubia o tienes el pelo claro porque deformaría la uniformidad del tono, en cambio, la cabellera oscura no tendrá problemas.
Necesitarás entre tus ingredientes una taza de jugo de zanahoria, 3 cucharadas aceite de coco, una taza de agua de hojas de romero y bicarbonato.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/metroworldnews/E5F6NVT6XJBMXHDETTPX7R2DTY.jpg)
Mezcla el jugo de zanahoria con el aceite de coco y el resto de los materiales. Aplica la mezcla libremente en tu cabello, comenzando como siempre por las raíces. Envuelve tu cabello en plástico y deja que la mezcla se adhiera por lo menos durante una hora.
Enjuaga con abundante agua fría y puedes repetir esto si el color no es lo suficientemente fuerte, pero no más de dos veces a la semana.