El aceite del árbol del té es un ingrediente de origen milenario con propiedades maravillosas que ayuda a cuidar y proteger tu piel dañada o sin brillo.
Muchos naturistas aseguran que este aceite es una joya de la naturaleza por su larga lista de beneficios tanto para el cuerpo, la salud como en la belleza.
Este árbol australiano crece hasta cinco metros y es de sus hojas de donde se extrae el aceite esencial para elaborar productos que ayudan al cuidado de todo nuestro cuerpo.
Igualmente, diversos estudios dermatológicos han señalado que el aceite del árbol del té es especialmente efectivo en el tratamiento de acné, rosácea e infecciones en la dermis.
Este aceite se puede aplicar hasta dos veces al día. Pero es importante mezclarlo con aceites base ligeros (como el aceite de semilla de uva), para evitar irritaciones y, además, hidratar la piel.
Rejuvenecedor y antibacterial
El aceite del árbol del té uno de los más potentes antisépticos naturales, debe usarse por vía tópica y siempre diluido, se puede utilizar con otro aceite o alcohol.
Acá otra lista de beneficios y propiedades:
– Sirve para aplicarlo en heridas y quemaduras. Su poder es tan fuerte que previene la aparición de infecciones.
– Funciona para tratar el acné. Para usarlo diluir unas gotas de aceite de árbol de té con 20 a 40 gotas de hamamelis, y aplicar sobre la piel una o dos veces al día con un palillo con algodón.
– Al usarlo en las manos humecta, también ayuda a eliminar bacterias, manteniendo tu piel sana y protegida.
– Tenga cuidado de no utilizarlo en exceso: aunque es más suave que el peróxido de benzoilo, el aceite del árbol del té puede resecar su piel.
– El aceite ayuda a combatir las infecciones de uñas, el pie de atleta y otros hongos. Solo debes aplicar unas gotas de aceite esencial de árbol de té (en estado puro), sobre la zona afectada y esparcir con los dedos.
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