La mayoría de las chicas desconoce los peligros que se ocultan detrás de la aguja y el pigmento que pinta sus cejas, ojos o labios. El maquillaje permanente puede causar daños irreversibles en la salud, incluyendo la muerte.
Estos son algunos de los riesgos:
Está contraindicado para algunas
La médica internista y especialista en medicina estética Sofía Abdul Khalek refiere que “este procedimiento semiinvasivo está contraindicado para personas con hepatitis, VIH, cáncer y para embarazadas, pues sus sistemas inmunológicos están debilitados”.
Además, las diabéticas no controladas tampoco califican por su dificultad para cicatrizar.
Reacciones alérgicas
Algunas personas son alérgicas al pigmento; para comprobarlo, “es necesario realizar una prueba de sensibilización previa al maquillaje que omiten en muchos lugares”, afirma.
Transmisión de enfermedades
Los materiales no esterilizados pueden ser transmisores de patologías como la hepatitis y el sida.
Riesgo de infecciones
Como el tejido tatuado queda expuesto, existe la posibilidad de contraer infecciones, hongos o bacterias.
“Algunos pigmentos pueden estar contaminados por agentes biológicos como Micobacterias atípicas, que son difíciles de tratar y conducen a deformaciones, destrucción del tejido, cicatrices, reacciones inflamatorias severas, pérdida total de los vellos –en el caso de las cejas– e, inclusive, reacciones tumorales en otras zonas del rostro porque la bacteria migra”, explica la experta en dermatología, micología y dermatocosmética Nieves Vargas.
Cicatrización inadecuada
Dependiendo del tipo de piel, la persona puede desarrollar queloides: cicatrices elevadas y exageradas.
Mala praxis
“Si la aguja penetra de forma muy profunda en la dermis, aparecerán granulomas”, que son lesiones inflamatorias transitorias o crónicas, añade Vargas.
Daños psicológicos
En caso de que el maquillaje indeleble quede mal, la mujer puede sufrir depresión, baja autoestima, problemas en el lazo social, hasta puede llegar a extremos graves como el suicidio, alerta la psicoanalista Carolina Hernández.