Con apenas tenía 21 años, el cabello de la científica Sara Eisenman se llenó por completo de canas. Este inesperado y apresurado cambió causó muchos problemas de seguridad en la joven, a quien le costó aceptar su apariencia.
Cuando comenzó a notar que las canas salían en toda su cabeza desde la raíz, Sara empezó a teñir constantemente su cabello para sentirse más segura frente a las personas.
“Mi cabello se volvió enteramente plateado de la noche a la mañana cuando tenía 21. Fui al espejo un día y descubrí que las canas salían de las raíces por toda mi cabeza”, aseguró la mujer al Dailymail.
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Se siente orgullosa por sus canas
«Me avergonzaba al punto en el que evitaba a la gente por temor a que vieran mis raíces. Incluso pinté mi cabello horas antes de saber que entraría en labor de parto de mi hijo, para que todos los que visitaran al nuevo bebé vieran que su mamá tenía el cabello recién teñido de negro y sin raíces blancas», agregó.
Sin embargo, la joven tuvo un momento de reflexión tras el nacimiento de su segundo hijo, pues, aseguró que se dio cuenta que la apariencia de su cabello no era lo más importante.
Ya Sara no se tiñe su cabello, por el contrario, dejó que se tornara todo plateado naturalmente y ahora siente que es una mujer hermosa.
«Estoy muy agradecida de tener un rol en el que puedo ayudar a otras mujeres a descubrir lo increíbles que son en verdad y qué tan libre y divertida puede ser la vida», aseguró.