Solo espinaca y leche necesitas para hacer una mascarilla que además de sencilla es fabulosa si quieres mantener tu rostro lleno de vitalidad y evitar la resequedad.
Ya el invierno se acerca en países como Chile y Argentina, Perú y Uruguay tampoco escapan del clima frío lo que produce que la piel se reseque, pierda lozanía, brillo y comience a demacrarse. La espinaca es perfecta para evitar todos estos problemas.
Sencilla preparación
La elaboración es sencilla. Solo debes hervir una taza de espinacas en medio litro de leche por poco más de 20 minutos. El tiempo suficiente como para que la leche pueda absorber los nutrientes de la espinaca.
Luego busca un envase y cuela la mezcla para evitar algunos residuos, pon el resultado en reposo y mientras por las hojas en la licuadora. Para dar inicio al tratamiento toma con un algodón la leche y humedece tu rostro cuando ya se esté secando aplicarás encima el resultado de la espinaca licuada. Debes dejarla por unos 30 minutos.
Debes quitarte la mascarilla con suficiente agua, de preferencia no muy tibia. Este tratamiento puedes hacerlo al menos tres veces por semana.
Las hojas de espinaca son muy recomendadas, puesto que mientras dan lozanía, también eliminan los puntos negro y el acné; así como todos los residuos que durante el día tu rostro haya podido absorbe.
Así que ya lo sabes, la espinaca no solo te da vitalidad si la tomas; sino que hará que tu rostro se vea cada día mejor.