Los disfraces para mascotas cada día son más comunes dentro de esta generación. La gente ha volcado su amor en sus perros y gatos gastando mucho para poder complacerlos. El poder consentirlos se ha vuelto una necesidad para muchos.
Sin embargo, siempre hay que ser conscientes que por mucho que los amemos no podemos humanizarlos porque es dañino. Tanto para nosotros, como para los animales que pierden su naturaleza al ser pasados a otro nivel.
Un disfraz puede ser divertido mientras ellos estén cómodos con ellos. Pero si ves que tu mascota está incómodo no podrás sacrificar su bienestar por un capricho tuyo. Así que cuidado, todo es divertido mientras no atentes contra su salud.