¿Han notado que en los días que más nos gusta cómo lucimos, estamos más dispuestas y positivas ante cualquier situación que se presente?
Lo contrario ocurre cuando no nos gusta cómo nos vemos o si la ropa que elegimos para ese día nos incomoda y nos hace sentir mal. Claramente, sabemos que hay ciertas prendas que van mejor con nuestro tipo de cuerpo, color de piel, cabello y ojos, pero aún así, esto es algo que va más allá.
Tener un estilo propio es una herramienta muy útil para la autoestima; ayuda a que nos sintamos en control de nosotras mismas, y las críticas no serán importantes ya que nuestro estilo no tiene por qué gustarle a todo el mundo.
Lo más importante, es fijarse en esos días en que nos sentimos atractivas y confiadas, y usar ese recurso para construir una forma de vestir que nos permitirá enfrentar la vida de manera más positiva.
El sitio Entre Mujeres del diario argentino Clarín, publicó un artículo hace un tiempo el que se refiere a cómo la ropa afecta el estado de ánimo de las mujeres. Ahí se explica que la ropa puede subir el ánimo, pero que también reflejaremos cómo nos sentimos al elegir lo que usaremos.
Cuando tenemos problemas y nos sentimos abrumadas, tampoco tenemos muchas ganas de arreglarnos. La relación directa entre el ánimo y la ropa es un hecho, y también, una herramienta que siempre podremos usar a nuestro favor.
Si no tenemos el cuerpo que queremos tener en un momento determinado, podemos aumentar nuestra confianza eligiendo aquellas tenidas que sabemos que nos hacen sentir bien y así, todo será más sencillo y tu disposición, mucho mejor.