Moda y Belleza

Un siglo de uso: En busca del “bra” perfecto

Cientos de tonos, telas y tamaños; con o sin bretel; barba o push up; copa entera o media, con broche adelante o mejor atrás. Todo esto debemos decidir cuando queremos comprar un sostén, y quizás no siempre escogemos la mejor opción. De hecho, el 69% de las mujeres no usa la talla correcta. ¿Y tú?

 

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Qué útil invento el sostén, brasier, sujetador, corpiño o como quieras llamarlo. Es cierto que muchas veces nos sentimos aprisionadas por esta prenda y nos relajamos cuando no la usamos, y quizás por eso algunas llevan el estandarte de bra-less, como Rihanna. Pero hay que reconocer que son imprescindibles para ciertas actividades que implican movimiento, y realza nuestra figura siempre, sin importar el tamaño de tu busto.
Antes de 1907 –año en que se inventó el sostén– las mujeres usaban los sublimes corsé, que aparte de realzar el busto disminuía la cinturas. Claro, la consecuencia era sentirse casi asfixiada y, para las filósofas de la época, «dominadas por la sociedad y los hombres». Luego, con la aparición del sujetador, «nos liberamos» un poco, aunque algunas feministas incluso protestaron a fines de los años 60 quemando sus sostenes, para demostrar que no debemos aceptar opresión de nada ni nadie.

¿Cómo nació el denominado «bra»? Obviamente en un principio no era tan delicado como ahora; más bien se veían dos correas que colgaban de los hombros, se juntaban a las esquinas superior e inferior de la prenda y permitía usar escotes. Un diseñador francés le dio forma en 1907, pero fue la neoyorkina Mary Phelps Jacob quien patentó la idea en 1914, así que acaba de cumplir 100 años.

Los modelos evolucionan década tras década, pasando por la conocida copa tipo taza de espuma, las copas picudas –como las que diseñó el reconocido Jean Paul Gaultier–, o bien con tirantes anchos, hasta los modelos mucho más delicados y sensuales que disfrutamos hoy. En la historia hay hitos que cambiaron la forma de usarlo, como la creación de distintos tamaños de copas en los años 30 (sí, antes eran estándar), la llegada del nylon en 1939, su adaptación al deporte en los 70, la llegada de la microfibra en los 90, y la ropa inteligente –como el bendito push up– hace un poco más de 10 años.

 

La mejor elección
¿Tienes claro cómo eliges tus sostenes? ¿Estarás usando los que te corresponden de acuerdo al tamaño de tu busto y necesidades? Esta y otras preguntas se hizo la marca de lencería y corsetería Triumph, por lo que decidió realizar un estudio a 10.000 mujeres de 8 países distribuidos en todos los continentes, con el que comprobó que, usualmente, no escogemos la mejor opción con respecto al sostén. Por ejemplo, el 69% no usa la talla correcta de sostén, el 64% reconoce que la mala elección de ropa interior le echa a perder el día, al 73% le arruina la jornada laboral, y el 29% escoge conscientemente mal la talla de su ropa interior, buscando un objetivo erróneo como aumentar o disminuir el busto.

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Otro dato importante es que se realizan 3 millones de búsquedas mensuales en la red sobre cómo elegir el sostén correcto. ¿Cuánto gastamos? En promedio cerca de $60.000 al año en ropa interior, lo que demuestra la poco relevancia que se le damos, frente a los casi $300.000 que gastamos en promedio en zapatos durante el año.

Andrea Contreras, jefa de marketing de Triumph, considera que hay mujeres que lo escogen erróneamente por desconocimiento y falta de una asesoría experta. «No saben que su busto ha cambiado con los años. Muchas ni siquiera saben la diferencia entre copa y contorno, o a qué corresponde la letra y el número que componen su talla», detalla.

Otro factor importante es la desmotivación que produce probarse uno. «Esto implica entrar a probador, sacarse toda la ropa y aceptar el ingreso de una desconocida para que te asesore. El probador es realmente un tema, pues es la instancia en que la mujer se enfrenta a su cuerpo con todas las imperfecciones, rollitos demás, celulitis, etcétera, y todo esto frente a un espejo. Algo que muchas prefieren evitar», agrega.

Para la especialista, lo más sorprendente es que un grupo escoja mal la talla de forma consciente. Es decir, compran una talla más pequeña con la intención de lucir un escote más abultado. Y también suele suceder que se enamoran de un diseño que no existe en su talla, pero el encantamiento es tal que aún así lo adquieren porque la ilusión de sentirse sensuales en ese sostén es mucho más poderosa. ¿Te suena conocido?

Con respecto a la elección, nos da tres tips claros:
1. Asesorarse por una experta en calce y medirse, para así conocer la verdadera talla de sostén.

2. Identificar la necesidad: si es que es un sostén para día a día, fiestas, oficina, deporte, etcétera.

3. Invertir en una prenda buena y de calidad. Las diferencias son asombrosas.

 

Variadas opciones
Si nos enfocamos en el tipo o modelo que deberíamos usar, cambia según la ocasión. Andrea Contreras explica que para el día a día es recomendable un sostén liviano, de telas respirables, que sea capaz de acompañar a la mujer en todas sus actividades. Cuando vamos a estudiar o la oficina se sugiere ropa interior que te haga sentir segura de tu cuerpo y en confianza con tu look. Y para fiestas, los sostenes con breteles multiposición y bandas de silicona son siempre una gran alternativa.

La tecnología sigue avanzando, y se han conseguido grandes innovaciones. Por ejemplo, específicamente en esta marca dsestacan las barbas Flexi 3D, livianas y de gran flexibilidad; los broches ultra suaves, pensados especialmente en aquellas mujeres que sufren con el roce de éstos, o la copa Spacer, ultra liviana con múltiples capas en su interior, lo que genera una mayor elasticidad y respirabilidad.

Otra marca que incorporó nueva tecnología es Flores, con el objetivo de continuar respondiendo no sólo en el ámbito de la moda, sino que también en cuanto a seguridad y salud femenina. Para esta temporada propone lograr un escote perfecto. La línea Invisible Chic cuenta con ropa interior invisible –o «segunda piel»–; Extra Attraction apuesta por acentuar al máximo la sensualidad femenina y la sofisticación, con productos de doble push up para extra realce, en delicados encajes y variados colores. También destacan productos con tecnología «Soft Tech», como el sostén «one piece» sin demarcación, que gracias a su corte láser sin costuras y a su arco escondido, se adhiere como una segunda piel.

Otro aporte es de Maidenform con su última innovación, la línea Comfort Devotion, que utiliza telas sofisticadas y lujosas de suave microfibra con un toque de cashmere, logrando que cada punto de contacto de la prenda con el cuerpo sea tan suave como para no sentirla.

Valentina Ríos es Diseñadora Gráfica de profesión pero full dedicada al Fashion Stylist y famosa bloguera creadora de lefreack.cl. Es un verdadero referente en lo que a tendencias se refiere, y su Instagram (lefreakeschic) tiene miles de seguidoras adictas a la moda. Para ella se trata de una prenda importantísima, «porque es primordial un buen sostén, para que se vea bien lo que tenemos puesto», dice. ¿Qué tipo de sostén le gusta? Los prefiere sin barba ni copa, de telas delgadas o encajes, y ojalá con forma de triángulo.

¿Se puede combinar con la ropa? «De todas maneras. Ahora el sostén es un detalle que aparece en escotes o en poleras rebajadas a los lados. Si lo vas a mostrar, tiene que ser un lindo sostén de un color que combine con lo que llevas puesto. Creo que mostrar un poco es un lindo detalle, a veces complementa lo que llevamos y parece que fuera parte del top. Una bonita forma de tirantes que se asomen es muy coqueto, también».

Lo que nunca debes hacer: «Un sostén con una forma poco sentadora, con un estampado que no combine con lo que llevamos puesto. O con breteles anchos y blancos que se asoman de poleras oscuras. Si se va a mostrar el sostén, idealmente un sostén con lindos detalles y terminaciones, que se asome un poco, nunca mostrarlo entero».

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