Moda y Belleza

Detalles del segundo día de Fashion Week México

Un resumen de lo más destacado desde la perspectiva de una aficionada.

Una facción de lo que corresponde a la moda en su sentido más amplio es la que concierne a los diseñadores y la presentación de sus colecciones en pasarela. Admito que nunca había asistido a un fashion week y al menos por esta vez me ha emocionado ver en directo el trabajo de algunos diseñadores mexicanos para la siguiente primavera-verano 2015.

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La segunda jornada del Mercedes-Benz Fashion Week México comenzó con una ponencia por parte del WSGN que es un proveedor de tendencias para el sector creativo mediante el análisis y la predicción. Precisamente sobre predicciones para el otoño-invierno 2015-2016 auguran que los temas que imperarán entonces tenderán hacia:

  1. la adivinación en su forma más sofisticada,
  2. la extensión de los sentidos, como el tacto, a través de tecnologías como una segunda piel,
  3. la aplicación de residuos como una forma de trascender,
  4. el papel de los diseñadores y creativos como héroes sociales
  5. y finalmente, la demanda de productos y servicios que ofrezcan breves escapes de la cotidianidad, a lo que el exponente llamó “utopías”.

Momentos después se llevó a cabo el desfile “Introspección” de Alejandro Carlín, donde imperaron prendas de gama bicolor en telas fluidas, una reflexión muy etérea para después introducir un par de piezas menos ingrávidas de texturas orgánicas, y luego enfilarse en el estilo sport que se verá por todos lados. Hubo una muy bella excepción en la línea que iba manejando y fue esta:

Después vino la colección “Semillas en el viento” de Lydia Lavín, sin dar la menor cabida al asombro. Mexicanismos que prescinden de un proceso de interpretación, grecas, colores sólidos y vibrantes (naranja, cyan, rosa), texturas crudas, indígenas como parte de la escenografía (objetificadas opinó una amiga) y también unos perennes cactus al fondo entre las obviedades. Me rehúso, como aficionada, a que la moda mexicana deba emplear y agotar recursos tan literales.

El momento estelar lo protagonizó Alejandra Quesada y su colección “La visita”, y el más emotivo para una admiradora. Toda la presentación gozó de una sincronía maravillosa con la música en vivo de la banda Love la Femme, el estilismo impecable: en el cabello, accesorios como earcuffs discretos y zapatos metálicos encantadores, cerrados y sandalias. Las primeras prendas tenían unas texturas de pinceladas que con el flujo de las telas interpretaban un mar, para después irse de boca con los metálicos, negro y mármol, y volver una vez más a las transparencias pálidas y sedosas.

Cerca de la media noche Sandra Weil, de origen peruano, presentó “Qhatu”. Colección súper agradable. La comunión entre texturas graves y telas volátiles devinieron en una escrupulosa interpretación del étnico sport. Los colores pastel con tendencia al gris hicieron una mezcla exquisita, haciendo que sus prendas sean 100% funcionales.

Sin duda un deleite para los que somos unos atascados visualmente. El hecho de poner la mirada en los detalles, de pies a cabeza en las creaciones de los diseñadores, es una experiencia que no tiene precio. ¡Oh, los detalles!

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