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El vestido forma parte de una tesis de la Universidad de Nueva York y fue desarrollado por Xuedi Chen y Pedro Olivera. Está hecho de maya impresa en 3D, y una capa de “paneles reactivos”. Así es como logra conectarse con smartphones, para transparentarse mientras la información en Facebook y Twitter se va produciendo.

Cada zona que se va transparentando corresponde a un de Nueva York: la prenda, por lo pronto, sólo funciona en esa ciudad. En otra, llevarlo puesta sería como andar parcialmente en cueros. Obviamente, no se trata de un proyecto con miras a la comercialización.
A pesar de X.Pose está diseñado para revelar las formas femeninas, sus creadores lo entienden como un manifiesto ideológico, no sexual. Tiene que ver con la forma en que respondemos a la infomación que puebla internet, tanto de nosotros mismos como de los demás, proporcionando datos íntimos a compañías como Facebook y Google, sin pensar en las consecuencias.
[vimeo]http://vimeo.com/97703615[/vimeo]
Chen y Olivera explican:
Los individuos que cargan con smartphones y se conectan mediante servicios como Google o Facebook, han aceptado, incluso sin cobrar conciencia de ello, una serie de políticas que permiten usar sus datos personales a una escala masiva.
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El proyecto se inscribe un poco en la intención de aquel vestido mecánico que se expande para alejar a los acosadores: emplea la tecnología para cuestionar realidades sociales.
La idea de los creadores de X.Pose es un recordatorio de todo lo que compartimos en internet. Lo interesante es la analogía con el cuerpo: algo que poseemos, con lo que tenemos que acostumbrarnos a vivir. ¿Será que todos nuestros datos publicados en la red funcionan de la misma forma?